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La propiedad de Argumosa 11 ha puesto en marcha nueve desahucios por impago del alquiler

Inversión en Proindivisos S. L., empresa propietaria de la tercera parte del edificio situado en Argumosa, 11, ha puesto en marcha nueve demandas de desahucio por impago del alquiler, según explican desde el despacho de abogados que representa a esta parte de la propiedad. A finales del año pasado, cerca de una veintena de inquilinos, varios con casi dos décadas viviendo en el inmueble situado en el madrileño barrio de Lavapiés, recibieron cartas de no renovación de sus contratos. Desde entonces, señalan desde el despacho de letrados, nueve de ellos dejaron de pagar la la renta. Otros cuatro sigue abonando mensualmente las cantidades.

Hasta la fecha, se han llevado a cabo tres desahucios, según explican desde Inversión en Proindivisos, propietaria del edificio junto a tres familiares de los antiguos dueños. Indican que dos de estos casos eran pisos ocupados de manera ilegal y el tercero se trataba de un inquilino que no pagaba el alquiler. Algunos de los vecinos afectados, asesorados por asociaciones y colectivos, dejaron de pagar la renta cuando recibieron las cartas de no renovación, pero mantienen reservado el dinero. También han recibido el apoyo de entidades como el Sindicato de Inquilinas de Madrid, el colectivo vecinal Lavapiés ¿dónde vas? y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Centro Madrid y el edificio se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la expulsión de los vecinos del centro de la ciudad.

La intención de la propiedad es rehabilitar el edificio y las viviendas y duplicar la rentas actuales que oscilan entre los 300 y 800 euros, según figura en el contrato de varios de los inquilinos, quienes explican que Inversión en Proindivisos, que firmaba las cartas de no renovación, nunca ha querido negociar con ellos un nuevo alquiler.

“Asaltos” al cuadro de la luz

En una nota enviada el martes a varios medios de comunicación, entre ellos, eldiario.es, desde el despacho de abogados que representa a a la propiedad se subraya que algunos de los inquilinos que han protestado contra su desalojo “asaltan sistemáticamente el cuatro de la luz y conectan sus instalaciones”. Además, prosiguen, también son responsables de “la rotura continuada de la puerta de acceso al inmueble, los buzones y otros elementos comunes, teniendo la propiedad que ocuparse de su reparación y los gastos que acarrea”.

Varios vecinos consultados por este periódico niegan estos hechos y los que llevan dos décadas en el edificio subrayan que la propiedad jamás se ha hecho cargo de los arreglos de la vivienda. Explican que cuando se instalaron allí las casas ni siquiera tenían baño ni ducha y fueron los propios inquilinos quienes realizaron las obras.

Según ha podido saber eldiario.es, el inmueble tiene concedida una subvención municipal para su rehabilitación. Como explican desde el área de Desarrollo Urbano Sostenible, la ayuda pertenece al Plan MAD-RE que tiene por objetivo la mejora de la eficiencia energética, la accesibilidad y conservación de los inmuebles más deteriorados. Señalan las mismas fuentes que todas estas obras, que se están llevando a cabo por toda la ciudad, se realizan con todos los vecinos en sus casas. “Son trabajos en los que se arreglan las fachadas para mejorar el aislamiento, se colocan ascensores interiores o exteriores, según el caso, y se arreglan las escaleras que así lo necesiten, otras que se realizan por tramos”, detalla una asesora municipal.

Edificio vacío para poder hacer las obras

En el despacho de abogados subrayan que siempre que desde la propiedad se han intentado hacer obras, los vecinos “roban” el material o impiden trabajar a los obreros. De ahí, afirman, que sea necesario que los trabajos de remodelación se realicen con el inmueble vacío, a excepción de los 10 inquilinos, algunos de muy avanzada edad, que tienen rentas antiguas, y quienes no han recibido, ni recibirán, según afirman desde la propiedad cartas de desalojo.

En la información que constaba en el Registro de la Propiedad a 10 de abril de 2018, el edificio de Argumosa, 11 es un inmueble de cinco plantas que ocupa una superficie de 481 m². Un tercio de la propiedad está a nombre de Inversión en Proindivisos S. L., que lo adquirió por título de compra. El 4,03% de esta parte fue inscrita en el Registro el 6 de julio de 2016 y el 29,03% restante, el 12 de agosto de 2015, apenas 12 días después de que se constituyera la empresa, tal y como se recoge en el Registro Mercantil. Dos de los tres administradores solidarios figuran como administradores únicos o solidarios, socios o consejeros de otra decena de empresas. Una de ellas, Bonsai Servicios Inmobiliarios S. L., gestionaba el alquiler un local en el mismo inmueble, según aparece en un anuncio ya desactivado de un portal inmobiliario.

La propiedad también acusa a los inquilinos de “escraches organizados y amenazas contra uno de los propietarios del inmueble sin que exista ninguna justificación posible para ello”. Hacen así referencia a la protesta vecinal llevada a cabo la semana pasada por la PAH, el Sindicato Inquilinas y Lavapiés ¿dónde vas? a las puertas de Inversión en Proindivisos contra el desalojo de Argumosa. Los activistas colgaron varias carteles con la foto de uno de los administradores de la empresa, y que firma las cartas de no renovación de los inquilinos afectados, y durante una hora instalaron su vivienda en la calle como forma de presionar a los propietarios para que negocien con los inquilinos.

En el despacho de abogados afirman que no se niegan a negociar con varios de los vecinos pero que la intención de los propietarios es arreglar el estado físico del edificio, “que a día de hoy es lamentable”, afirman, y “sacarlo del abandono al que lo han llevado algunos de sus inquilinos para, que como es perfectamente legítimo, intentar después sacarlo al mercado en condiciones que puedan suponer cierta rentabilidad para ellos”.