Los profesores y directores de la escuela Batán de tauromaquia tenían que entregar este miércoles las llaves del edificio a los empleados municipales de Madrid Destino, empresa pública que gestiona los espacios culturales de la capital, después de que el equipo de Gobierno de Manuela Carmena decidiera cerrar la escuela para destinar la finca a otros usos.
Tras cuatro décadas explotando el espacio para las clases de tauromaquia, el pasado 31 de diciembre espiraba el último contrato entre la escuela Batán y Madrid Destino. El Gobierno de Ahora Madrid anunció a mediados de diciembre que no renovarían el contrato.
Los responsables de la escuela tenían que abandonar para siempre la finca del Batán a lo largo del mes de enero y la fecha límite que se fijó era la de este miércoles, tal y como el Ayuntamiento les notificó el mismo 31 de diciembre que terminó el contrato.
Ahora, esos responsables de la escuela del Batán se niegan a abandonar la finca asegurando que no tienen constancia de ninguna notificación, explican a eldiario.es fuentes municipales. “Oficialmente desde mañana si deciden no entregar las llaves y abandonar el inmueble son inquilinos ilegales”, aseguran esas mismas fuentes.
Madrid Destino, empresa pública propiedad del Ayuntamiento de Madrid, ha financiado en 2017 con alrededor de 60.000 euros a los profesores encargados de la formación de la escuela de tauromaquia de la Venta de Batán. Una partida, aseguraron fuentes municipales, que el Ayuntamiento “estaba obligada a financiar”.
Según explicaron desde el Consistorio, el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, con Ana Botella de alcaldesa, otorgó a la formación de la tauromaquia el estatus de servicio público en la ciudad de Madrid en un Pleno de 2015. Dicho acuerdo, explican, “blindaba la Venta de Batán a un uso centrado en la tauromaquia que, unido a ese estatus de servicio público, obligaba al Ayuntamiento de Madrid a financiar a los profesores encargados de la formación”.
Con la llegada del nuevo equipo de gobierno de Ahora Madrid, y respondiendo a su programa electoral, se retiró la subvención nominativa (sin concurso público) que recibía la escuela, una partida que ascendía a los 61.200 euros.