Rivas Vaciamadrid era en 2004 un municipio más de Madrid con 45.000 habitantes. Menos de 20 años después, la población se ha duplicado. Casi 100.000 almas residen en una localidad gobernada históricamente por la izquierda y que, en 2021, decidió tomarse un tiempo para pensar cómo continuar su desarrollo urbano y qué tipo de ciudad quiere ser al calor de los debates abiertos durante la pandemia. Se dieron un plazo de dos años para rediseñar el Plan General de Ordenación Urbana, un periodo durante el cual se han suspendido las licencias urbanísticas. Una decisión que la patronal de las inmobiliarias llevó a los tribunales. Y, de momento, Rivas se ha impuesto.
La decisión de la moratoria de las licencias se asentaba en dos pilares: la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, que data de 2004, y una consulta ciudadana que abrió precisamente un proceso participativo para reorganizar la ciudad. En dicho referéndum, celebrado en octubre de 2021 y al que estaban convocados los censados mayores de 16 años, participaron 14.199 personas. Un número quizá no muy llamativo a priori, pero que casi quintuplica el número de ciudadanos que votó en anteriores procesos participativos similares en la ciudad.
El 82% votó a favor de la moratoria, que se hizo realidad formalmente un mes después. La paralización de las licencias con fines residenciales solo se aplicó a las nuevas promociones, como explica la alcaldesa de Rivas, Aída Castillejo, en conversación con elDiario.es. Aquellos proyectos ya aprobados, e incluso algunos que estaban pendientes de algún trámite administrativo final, pudieron edificarse tal y como estaba previsto.
Pero la decisión del Ayuntamiento no gustó a las promotoras inmobiliarias. La patronal madrileña del sector, Asprima, llevó la decisión a los tribunales. Y los jueces le han dado la razón a Rivas. Otro triunfo de los servicios jurídicos municipales de la ciudad, que ya ha vencido en los tribunales a la gran banca y las aseguradoras.
El pasado mes de febrero el Tribunal Superior de Madrid emitió una sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, que tumbaba el recurso presentado por Asprima contra la decisión del Pleno municipal. La resolución de la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo descarta los motivos argüidos por las inmobiliarias para tumbar la moratoria, aunque todavía puede ser recurrida en casación ante la misma instancia.
Asprima atacó “el carácter arbitrario de la suspensión” de concesión de licencias, y planteó que se trataba de una “limitación arbitraria del derecho de propiedad de todos los titulares de derechos en el municipio sin justificación alguna”.
La patronal también rechazó que el exponencial aumento de la población sea un “problema urbanístico”. Y ese es precisamente el punto que defiende el Ayuntamiento de Rivas y que asumen los jueces de la sala, José Arturo Fernández, Francisco Javier Canabal y el ponente de la sentencia, José Damian Iranzo.
“Rivas es una de las ciudades que más ha crecido en la Comunidad de Madrid, en España y en Europa”, apunta la alcaldesa, quien asumió el cargo tras la dimisión del hasta entonces regidor, Pedro del Cura. “Crece porque es una ciudad atractiva por sus servicios públicos”, añade Castillejo. Pero la receta del éxito es también el mayor de sus peligros. Y el municipio está al límite de su capacidad de ofrecer dichos servicios con calidad.
Las relaciones de Rivas con la Comunidad de Madrid nunca han sido las mejores. La ciudad está gobernada desde hace lustros por IU (ahora, por IU, Podemos, Más Madrid y PSOE), y siempre ha sido un caballo de Troya en las políticas del PP.
Lejos de mejorar, con Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol la comunicación es incluso menor. Aída Castillejo denuncia que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se ha negado a reunirse con ella para abordar la construcción de un centro de salud que la ciudad reclama desde hace años. En el ámbito educativo tampoco hay un compromiso para levantar otro instituto, pese a que el gobierno municipal se ha ofrecido a ceder el terreno. Rivas incluso ha pagado con el dinero de sus ciudadanos infraestructuras que le corresponden al Gobierno de Ayuso ante las negativas de la lideresa del PP.
La decisión del Consistorio ha sido la de parar la construcción de viviendas y rehacer el plan general. “Los servicios no acompañan”, apunta Castillejo. “Decidimos que lo mejor era parar y repensar”, añade. Porque lo que quieren, dice, es que la gente vaya a vivir a Rivas “con servicios públicos garantizados”. “Y ya no lo podemos garantizar”, lamenta.
Castillejo recuerda que cuando Rivas declaró una “emergencia educativa” ante la falta de inversión de la Comunidad de Madrid, la patronal inmobiliaria estuvo de su lado. “Entonces, les convenía”, ironiza, “porque es más fácil vender pisos” cerca de colegios o institutos.
Ahora, Asprima, a la que pertenecen las empresas más grandes del sector y cuya fundación cuenta con importantes benefactores, les ha llevado a los tribunales sin interlocución previa, denuncia.
Desde Asprima apuntan a elDiario.es su intención de recurrir la sentencia tanto ante el TSJ de Madrid como ante el Supremo. “Consideramos que no se ajusta a derecho”, apuntan desde la asociación. “Nuestra intención es recurrir en casación ante el mismo tribunal, puesto que esta sentencia entra en contradicción con otras anteriores dictadas por el mismo tribunal en la misma materia. También recurriremos ante el Tribunal Supremo, puesto que consideramos que se producen infracciones de derecho estatal y de la propia doctrina del Tribunal Supremo en esta cuestión”.
El nuevo PGOU, tras las elecciones
La moratoria de licencias estará vigente hasta el próximo mes de noviembre. Para entonces, según Aída Castillejo, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana ya estará listo, después de un proceso participado en el que se han recibido más de 600 contribuciones de vecinos y asociaciones de la ciudad.
Será por lo tanto el Gobierno municipal que salga de las elecciones del 28 de mayo el que afronte la puesta en marcha del urbanismo de la futura Rivas. Salvo sorpresa, no se espera un giro muy profundo en el voto de los ripenses el 28M.
Castillejo asegura que se plantean una ciudad más sostenible, con más parques. Y que huya del urbanismo hegemónico de urbanización cerrada. “Queremos regresar a los inicios de lo que fue Rivas, con los barrios de Covivbar [Cooperativa de Viviendas Baratas] y de Pablo Iglesias”, apunta. “Queremos espacios abiertos y comercio de proximidad”, añade.
La alcaldesa se fija en el modelo de “la ciudad de los 15 minutos” que se ha popularizado en los últimos meses. Castillejo dedica también un elogio final a los funcionarios municipales que han defendido ante los tribunales este y otros asuntos. Concluye: “Demuestra que se puede vencer a Goliat, defender el municipalismo. El secreto es creer en los servicios públicos, que estamos para defender a los vecinos y las vecinas”.