La Asamblea de Madrid aprueba los segundos presupuestos de Ayuso en cinco años gracias a su mayoría absoluta

Fátima Caballero

Madrid —
21 de diciembre de 2023 22:46 h

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Isabel Díaz Ayuso ha logrado sacar este viernes adelante los presupuestos regionales para 2024, sus segundas cuentas desde que llegó a la Puerta del Sol en 2019 como presidenta de la Comunidad de Madrid. La mayoría absoluta obtenida en las urnas el pasado 28 de mayo le da un respiro en una asignatura en la que la dirigente del PP había suspendido hasta en tres ocasiones, en las que tuvo que prorrogar los presupuestos por la falta de apoyos. Para el próximo ejercicio el Gobierno regional ha presupuestado un gasto de 27.558 millones de euros –la cifra más alta hasta la fecha–, que, sin embargo, no se traduce en una mayor inversión en sanidad pública o educación.

Más Madrid y PSOE han votado en contra de los presupuestos. Ambas formaciones consideran que estas cuentas no resuelven los problemas de los madrileños y son “insuficientes y engañosas”. En el caso de Vox, el partido de extrema derecha se ha abstenido, a pesar de que los ha calificado de “socialistas”.

El Gobierno regional aumenta el presupuesto para 2024 en casi un 20% respecto al año anterior. Antes de recuperar parte del impuesto de Patrimonio, después del fallo del Constitucional desestimando el recurso contra el impuesto a las grandes fortunas, el Gobierno regional calculaba que la recaudación por los impuestos que gestiona bajaría un 6%. Con el nuevo tributo, esta partida aumentará en 555 millones adicionales.

La razón por la que puede aumentar el gasto mientras recauda menos en impuestos propios es sencilla: la Comunidad de Madrid estima recibir un 40% más de ingresos del Estado, un total de 26.000 millones de euros derivados de los tributos cedidos, es decir, IRPF, IVA e Impuestos Especiales, que se incrementan un 21,1% respecto a 2022. 

Menos para sanidad pública, más para concertada y privada

Aunque la consejera de Economía y Hacienda celebró que el presupuesto destinado para Sanidad superará este año por primera vez la cifra de los 10.000 millones, la realidad es muy diferente cuando se bucea en la letra pequeña de las cuentas. El Gobierno de Ayuso ha presupuestado un gasto para esta partida el próximo año de 10.157 millones, un 10% inferior al presupuesto ejecutado en el ejercicio 2022, año en el que la administración regional gastó 11.247,6 millones.

La inversión en Sanidad supondrá el 36,9% del gasto, el porcentaje más bajo de los últimos años. Una disminución que viene produciéndose desde 2015, cuando el gasto en sanidad ascendió al 45,16% de las cuentas. En 2016 cayó hasta el 44,13% y así sucesivamente. En 2019, antes de la pandemia, el porcentaje se situó en el 42,52% del total. En las últimas cuentas aprobadas de 2022 fue del 38%. Y en este presupuesto vuelve a bajar.

Por secciones, la partida destinada a Atención Primaria aumenta tímidamente en 8,5 millones de euros respecto a los últimos presupuestos: de los 2.563,9 millones a los 2.572,3 millones. El año 2023 empezó con una huelga de los médicos de familia y pediatras que pedían mejoras salariales y de las agendas. Tras cinco meses de paros, Ayuso llegó a un acuerdo con Amyts, el sindicato mayoritario de médicos, en el que se comprometió a una subida salarial, a una reorganización de las agendas y contratar más personal. Desde Amyts toman esta cifra con escepticismo, ya que esos ocho millones de incremento no cubren las necesidades de personal necesarias derivadas de mejorar agendas y retribuciones. La inversión en Primaria, recuerdan, sigue lejos del 25% del presupuesto sanitario que recomienda la OMS.

También pone el acento en esta partida CCOO, que alerta de que aumentan los capítulos de personal e inversiones a costa de reducir “artificialmente” el capítulo 4 de transferencias corrientes. “Afirmamos que es una reducción artificial porque es una partida que se suele infradotar. En 2022 el presupuesto inicial fue de 1.111 millones pero en realidad se gastaron 1.563 millones (un 40% más)”, señalan. “Es un gasto que (incluso infradotado) se lleva más del 50% de los créditos del programa de Atención Primaria, por tanto el presupuesto para personal y otros gastos es mucho menos abultado de lo que pudiera parecer”, añaden.

Lo que sí aumenta es la partida destinada a gastos sanitarios externalizados y concertados. El Gobierno de Ayuso ha presupuestado 1.492 millones de euros para 2024 frente a los 1.256 millones que se presupuestaron en 2022. En CCOO creen que la cifra que ha estimado el Gobierno regional está “infravalorada” teniendo en cuenta que en la ejecución real del ejercicio 2022, la administración regional gastó 2.234 millones de euros en estos conceptos, de ellos 2.150 millones a entidades privadas. Este gasto supone el 19% del total destinado a Sanidad. Desde CCOO recuerdan que esta partida ha aumentado considerablemente en las últimas dos décadas cuando el gasto fuera del ente público SERMAS era tan solo de 188 millones. 

“La inversión en relación al PIB se reduce por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Los datos ponen de manifiesto que este gobierno y este presupuesto tampoco van a poner solución a las deficiencias estructurales que arrastramos desde la crisis de 2008 y las nuevas necesidades derivadas del envejecimiento de la población, la extensión de la atención primaria o la expansión de la cartera de servicios de salud”, señalan desde CCOO.

Educación: un poco más para la concertada

El proyecto de presupuestos que se aprobará este viernes en la Asamblea de Madrid gracias a la mayoría absoluta de la que goza el PP recoge un gasto de 6.419 millones para 2019, un incremento del 9,6% respecto a la liquidación de 2022. El dato, sin embargo, pierde peso en relación con el PIB, ya que el gasto público en educación se reduce en 0,1 puntos porcentuales, pasando del 2,3% en 2022 al 2,2% en 2024. Madrid está lejos del 6% de inversión en Educación que sí tienen otras comunidades autónomas como Andalucía o Extremadura, o el casi 5% del resto. De hecho es la comunidad que menos invierte en educación por habitante.

CCOO denuncia “un proceso de privatización progresivo de la educación pública, principalmente a través del gasto en conciertos educativos”. Y es que el 20,6% del gasto total presupuestado para Educación –1.321 millones– se destina a los conciertos educativos, lo que supone un incremento respecto a los presupuestos de 2022 del 13,4% (con una suma de 156,3 millones).

También aumenta el gasto destinado a las becas para estudiar en centros privados tanto en la etapa no obligatoria de infantil de 0 a 3 años, como en la de Bachillerato. “Mientras se dificulta el acceso a las becas de comedor a la población escolar más vulnerable con unos requisitos de ingresos mínimos muy bajos (4.000 euros per cápita), por otro lado se incrementan las becas de escolarización en centros privados en etapas no obligatorias (educación infantil, FP y bachillerato) con requisitos de renta que benefician a familias con ingresos que pueden superar los 170.000 euros anuales”, lamentan. “Parece evidente que las becas se están utilizando para beneficiar a las familias con más renta y a los centros privados, lo que incrementa la desigualdad educativa y social”, añaden desde CCOO. 

Le inversión destinada a investigación asciende a 160 millones, un gasto prácticamente idéntico al ejecutado en 2022. Se reduce en 18 millones el importe presupuestado para las convocatorias de ayuda en materia de investigación científica e innovación tecnológica y transferencias a las Fundaciones Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEAS).

Coincidiendo con el día de la lotería, junto a la aprobación del proyecto de presupuestos, que en debate este jueves y viernes en la Asamblea regional, saldrán adelante también gracias a la mayoría del PP las modificaciones de las leyes Trans y contra la LGTBIfobia regionales, y la proposición de ley de Simplificación que modifica 15 leyes. CCOO ha convocado una manifestación por la mañana para protestar contra unas cuentas que consideran “muy perjudiciales”. Tanto Más Madrid, PSOE y Vox votarán en contra de las segundos presupuestos de Ayuso en cinco años.