Sindicatos y profesores critican el 'MIR educativo' de Ayuso: “No confía en sus aspirantes a docente”

La Comunidad de Madrid va a convocar oposiciones en junio para que 1.625 docentes se incorporen al cuerpo de maestros a partir del curso 2022/2023. Los opositores que consigan una plaza en esta convocatoria serán los primeros en tener que realizar el “MIR educativo” que quiere implantar el Gobierno de la región, una idea que el PP lleva años planteando y que ahora se va a hacer realidad. Pero ni los sindicatos, ni los opositores saben en qué consiste exactamente, porque los nuevos profesores ya se someten a una fase de prácticas tuteladas.

Quedan menos de seis meses para estas oposiciones y menos de ocho para que los nuevos profesores lleguen a las aulas. Sin embargo, este Plan de Capacitación Integral Docente, apodado como MIR educativo, que anunciaba en octubre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aún es una incógnita. Entonces, Ayuso aseguraba que desde su Gobierno harían frente “a las políticas que orillan y desvirtúan el papel de los docentes en nuestro sistema educativo”, pero estas palabras chocan de frente con la opinión de los sindicatos y los profesores. 

Miguel Ángel González, presidente del sindicato CSIF Educación Madrid, explica que el hecho de que el Gobierno de Ayuso “intente diseñar un proceso de ingreso como este, totalmente diferenciado de cualquier otra comunidad” puede suponer que “no confía en los planes de estudio de las universidades y en la preparación, más que suficiente, de los maestros que salen de las facultades”.

Esther, que consiguió sacar la plaza hace unos años y ya es profesora de primaria, niega que esta novedad sea para mejorar la calidad educativa. “No creo que el MIR sea necesario, ese aprendizaje que se supone va a aportar ya se aprende durante la carrera y solo contribuye a desprestigiar totalmente la figura del profesor”. La maestra señala que durante el grado de magisterio ya se realizan prácticas y cuando se superan las oposiciones también, por lo que no tiene sentido. “El proceso selectivo es muy complicado y haberlo superado ya reporta la suficiente confianza”, asegura. 

González señala que desde el sindicato entienden que con este MIR “la Comunidad de Madrid no confía en sus aspirantes a docente”, aunque esa desconfianza no la achaca solo a este nuevo procedimiento, también a la prueba común -más conocida como examen de cultura general- de asignaturas como matemáticas o lenguaje, que solo se exige en esta región. Para el presidente del sindicato, este tipo de requisitos suponen “no creer y no confiar en la calidad del profesional”. “Quizás la Comunidad de Madrid no confía en sus aspirantes a docente”, sentencia indignado. 

Pero la desconfianza no es el único problema. El Gobierno de la Comunidad ya ha asegurado que este MIR se va a llevar a cabo en esta promoción de maestros, pero ni los sindicatos, ni los opositores saben en qué consiste exactamente. “La idea la tendrá la señora Presidenta en su cabeza pero desde luego a los sindicados no nos han dicho absolutamente nada”, recalca González.

El pasado viernes se celebró la Mesa Sectorial de Educación de la Comunidad de Madrid. El presidente de CSIF en Madrid detalla que se leyó la convocatoria de las oposiciones de magisterio y se hablo de las tres fases del proceso: oposición, concurso y prácticas. “Las practicas de siempre -señala González-, no se mencionó ningún tipo de MIR ni para los interinos que deriven de esos procesos selectivos ni para las funciones de prácticas”.

Desde el Gobierno regional no hubo ninguna mención a este MIR durante la reunión. Sin embargo, dos días antes, el consejero de Educación, Enrique Osorio, daba una entrevista para Telemadrid en la que explicaba que ya se han puesto en marcha con las oposiciones de magisterio de junio “preparando todos los tribunales y el dispositivo para que funcione como todos los años”. 

Osorio detallaba que el MIR durará “un curso entero” y que será “un procedimiento con unos tutores que van a guiar a esos docentes que han aprobado las oposiciones”. También aseguraba que desde el Gobierno pretenden conseguir “un proceso de prácticas mejor que el que hay ahora”. Sin embargo, este MIR, con las pocas explicaciones que han dado por el momento, no estaría muy lejos del proceso de prácticas que se lleva a cabo actualmente, según Andrés Cebrián, presidente del sindicato del profesorado de la enseñanza pública ANPE Madrid. 

Cebrián intuye que serán “unas prácticas como las que hay ahora, haciéndolas de una forma más estricta, en determinados centros con determinados maestros tutores, pero básicamente son las prácticas que se han hecho toda la vida”. Para él, este MIR “es política, quieren hacer ver que la fase de prácticas en la Comunidad de Madrid es mucho más rigurosa que en otras comunidades, pero habrá que ver cómo se regula”. 

Al contrario que para González, para Cebrián este MIR no supone una falta de confianza, desde ANPE “simplemente no lo ven oportuno”. El presidente de este sindicato ironiza: “¿Qué necesidad hay de hacer un MIR en la Comunidad de Madrid cuando se está hablando de tramitar una Ley de la Profesión Docente que va a regular todo a nivel estatal, desde el acceso hasta la jubilación?”. El Ministerio de Educación ha empezado a negociar con sindicatos y comunidades el estatuto docente, que debe regular el acceso a la carrera docente y su desarrollo.

Cebrián cree que esta intención del Gobierno de Ayuso “tiene un tinte político que hace sospechar y es más campaña que otra cosa”, y en eso está de acuerdo con el presidente de CSIF en Madrid. Desde los dos sindicatos afirman que esta propuesta carece de un interés real de mejora del sistema educativo madrileño, y que solo es parte de una campaña política. 

“Estamos convencidos de que la calidad del sistema educativo es la calidad de los docentes que forman parte de ese sistema educativo”, aseguraba Osorio en su entrevista en Telemadrid, en la que también decía que quería garantizar “una formación lo más completa posible” para los profesores, como si aún no la tuvieran. “Parece que siempre se achacan todos los males de la educación a un problema con el profesorado y su formación inicial o permanente”, explica Cebrián.

Los presidentes de los dos sindicatos argumentan que si el Gobierno de verdad quiere mejorar la educación lo que tiene que hacer es invertir en ella. “Tenemos unos profesores estupendos, pero claro, hay que invertir”, subraya Cebrián. Los dos sindicatos coinciden, a diferencia de la postura del Gobierno de Ayuso, en que lo fundamental para una mejora es la bajada de ratios. “El problema se encuentra cuando un profesor llega a una clase y tiene 25 alumnos y no puede atenderlos a todos porque cada uno tiene sus problemas diferenciados. Si estas ratios estuvieran en 20, la calidad educativa mejoraría muchísimo. ¿Qué pasa? Que eso cuesta dinero”, explica González. Cebrián lo matiza: “Eso cuesta mucho dinero, mientras que la formación del profesorado sale prácticamente gratis”. 

Francisco es preparador de oposiciones de magisterio y opina que esta modificación es “una cuestión política” más que una intención real de mejora. Piensa que se podría abrir un debate interesante en torno a la cuestión de los procesos de selección, pero no cree que eso sea lo que está pasando con la imposición del MIR, que cree “no es fundamental para la formación del profesorado”.

Belén, de 23 años, se va a presentar a las oposiciones del 2023 para secundaria por la rama de artes plásticas. La opositora ve injusto que cada vez se exija más a los aspirantes a docente y menos al sistema, y no entiende que “haya esta caza de brujas, para ver si lo haces bien o lo haces mal con un tutor o un inspector constantemente pegado a ti”, porque explica, cree que el MIR se ajustará a esos parámetros, aunque no sabe con certeza cómo será, “hay mucha desinformación sobre lo que quieren hacer”.