Almeida gasta un 70% más en limpiar Madrid entre críticas por la suciedad que persiste en sus calles

Diego Casado

31 de octubre de 2022 22:37 h

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Este martes entra en vigor el último gran contrato de limpieza que le quedaba por renovar a José Luis Martínez-Almeida. Es el que regula la recogida de basuras y del reciclaje en Madrid, una de las tareas que más quebraderos de cabeza le están dando al alcalde en los últimos meses, debido a la situación que presentan los contenedores de cartón o envases en numerosos puntos de la ciudad, en cualquier momento de la semana. Los datos municipales indican que ahora se recogen 75.000 toneladas al año (datos de 2021), frente a las 33.000 toneladas de 2016. Un enorme aumento en solo un lustro que ha tensionado el sistema de recogida hasta desbordarlo, como puede comprobar cualquier ciudadano cuando lleva sus residuos a reciclar o pasea un rato por las calles de la capital.

El alcalde confía en que con la entrada del nuevo servicio se acaben las estampas de suciedad que le persiguen en redes sociales desde hace meses. Para ello va a dedicar 1.369 millones del presupuesto municipal (impuestos no incluidos) durante los próximos seis años. La cifra supone más del doble que la aprobada durante la legislatura de Carmena, y sigue la tendencia de las anteriores revisiones de contratos aplicadas por el equipo de Almeida: aumentar el gasto notablemente prometiendo un mejor servicio.

Con el presentado a los medios este lunes, el área de Medio Ambiente habrá firmado en lo que va de legislatura hasta cinco contratos para la limpieza y recogida de basuras en diferentes espacios de la ciudad. El último es el que entra esta noche en vigor, pero antes llegaron el de limpieza de espacios públicos (barrenderos y baldeos), el de mantenimiento de zonas verdes, el de limpieza urgente (Selur) y uno más para la limpieza de zonas interbloques, que se tuvo que aprobar de forma adicional porque se quedaron fuera del principal cientos de espacios, acumulando basura durante meses. En total el consistorio ha comprometido el gasto de 3.525.517.985,97 euros (sin IVA) del presupuesto de la ciudad durante los próximos años. La cifra es un 70,5% superior al gasto anterior y supone añadir 1.458 millones de euros a lo que empleaba la capital en mantener sus calles libres de desperdicios, según cálculos efectuados por este periódico.

Esta enorme cantidad de dinero, la mayor partida en cualquier municipio de la geografía nacional, va destinada a pagar a las empresas concesionarias de cada uno de los contratos. La mayoría son constructoras que, hace años, vieron un importante negocio en la limpieza de las ciudades y se lanzaron a ofrecer sus servicios a los ayuntamientos. El último contrato de recogida de basura de Madrid se lo reparten las mismas empresas que consiguieron la anterior adjudicación con Carmena: FCC (zona Oeste de la capital, 458 millones de euros), Valoriza-Acciona-OHL (zona Este, 440 millones) y Urbaser-Prezero (zona Sur, 335 millones). Además, se suma el lote de Contenur (nuevos contenedores, 134 millones).

Las nuevas condiciones de recogida de basura y reciclaje incluyen mayores frecuencias para llevarse los cartones o los plásticos y contenedores más grandes, algunos de ellos soterrados (habrá 30 puntos bajo tierra en el distrito Centro). Y la promesa de que la tecnología avisará del momento en el que estén llenos para poder adelantar su vaciado: el 1 de enero se colocarán sensores que avisarán cuando un contenedor llegue al 80% de su capacidad, aunque no estarán en todas las islas de reciclaje. Dentro de 18 meses se instalarán además 30.000 nuevos contenedores, con diseño renovado.

Este contrato durará hasta el año 2028 por lo que, como el resto de los firmados en los últimos meses, se extenderá más allá de la siguiente legislatura, por lo que el próximo gobierno municipal que salga de las urnas en mayo estará obligado a cumplir sus condiciones. Algo que ya le sucedió a Más Madrid durante el anterior mandato con los recortes a la limpieza de calles que aplicó el PP durante la etapa de Ana Botella como alcaldesa.

Del Madrid “que te mereces” al #MadridEstáSucio

En declaraciones a los medios durante la presentación de la recogida de residuos, el alcalde recomendó a los ciudadanos “que llamen al 010” en el caso de que su calle necesite limpieza y culpó a la corporación anterior de haber convertido Madrid en una “ciudad sucia” por su “desidia”. También defendió que la limpieza “ha mejorado” pero que “no nos vamos a conformar”.

La respuesta llegó después desde el PSOE del Ayuntamiento de Madrid: “Si Almeida cree que la única solución para la suciedad extrema que invade Madrid es que los vecinos llamen al 010, lo único que conseguirá es colapsar el 010 pero Madrid seguirá igual de sucia”, le advertía el concejal Ignacio Benito. También invitó al alcalde a “que prueben por exigir a las empresas adjudicatarias que cumplan con los pliegos, por los que se les pagan 700 millones solo en limpieza viaria”, añadió.

La llegada de refuerzos a la hora de recoger el reciclaje llega en un momento clave para Almeida, a seis meses de las elecciones municipales en las que la limpieza de la ciudad puede ser uno de los temas clave. De momento el actual equipo de Gobierno acompaña los anuncios de nuevos servicios con el lema “El Madrid que te mereces”. El ahora alcalde llegó a Cibeles prometiendo mejorarla, pero el aumento de quejas parece apuntar que no lo está consiguiendo, mientras la oposición y los ciudadanos se lo recuerdan constantemente a través de las redes sociales, con etiquetas como la de #MadridEstáSucio. La mayoría de las fotos publicadas con ese hashtag hablan por sí solas.

Los seis próximos meses serán claves para saber si el equipo de Almeida es capaz de dar la vuelta a las percepciones y llegar a las urnas de mayo con una ciudad más limpia que hace cuatro años. En las últimas semanas ha apostado por la mano dura, con multas de 2.001 euros por dejar cartón fuera del contenedor, en una particular interpretación de la legislación nacional (es el único Ayuntamiento que impone sanciones tan caras). Esta campaña sancionadora ha sido criticada por la oposición en los últimos plenos y también por los ciudadanos: algunos de ellos colocaron pegatinas con el nombre del alcalde en desperdicios y visibilizaron la inseguridad jurídica que esconden estas multas.

Con una mayor inversión en limpieza también se espera evitar situaciones como la de los vecinos del barrio de Rejas (San Blas-Canillejas) que tuvieron que limpiar su calle después de un año esperando a que lo hagan los operarios municipales. Está por ver el efecto sobre las paredes de las calles de otros contratos como el del Selur, que prometía acabar con los graffiti “en siete días” desde su notificación pero que ya empieza a dar muestras de flaquezas en los distritos centrales de la ciudad, donde los avisos se desatienden con la excusa de las limpiezas programadas cada 25 días, según pudo comprobar Somos Madrid en varios casos.