El pasado 29 de septiembre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entregaba el trofeo del Open de España de Golf a Ángel Hidalgo. Lo hacía como representante de la ciudad que había abonado literalmente el importe de ese premio y de los otros que repartía el torneo: el Ayuntamiento pagó los tres millones en metálico que otorga esta competición a los primeros clasificados. Además, la cita se celebraba en unas instalaciones de titularidad municipal, el Club de Campo Villa de Madrid.
Según cifras previas del Ayuntamiento de Madrid, el retorno publicitario del evento fue de 9 millones de euros, aunque lo cierto es que la mayoría de los madrileños no se enteraron de su celebración y mucho menos de quién fue el ganador. Entre sus beneficios a través de actividades complementarias, el área de Deportes destacaba que había ofrecido a 30 alumnos infantiles y juveniles madrileños participar en un curso impartido por jugadores de la competición. También que el sector servicios de la ciudad tendría beneficios por la visita de los golfistas. El consistorio disfrutó además de seis mesas VIP y de 60 entradas en cada día de los cuatro que duró el evento.
Madrid acoge el Open de España de Golf desde la llegada de Almeida a la alcaldía. La empresa que lo organiza es Madrid Trophy Promotion, la misma que monta cada año el Madrid Open de Tenis y por el que también recibe una cuantiosa subvención municipal. En concreto, el Ayuntamiento ha pagado este año algo más de tres millones de euros (IVA incluido) como patrocinio del torneo y abonará a partir de 2025 la cantidad de 3,27 millones, según los detalles del convenio a los que ha tenido acceso este periódico. El importe volverá a subir en el año 2028 hasta casi 3,5 millones, que se repetirán dos anualidades más hasta 2030, fecha del fin del convenio.
El acuerdo para la celebración del torneo que atrae a Madrid a las principales figuras del tenis mundial incluye también publicidad del evento gratuita en los espacios municipales y la cesión completa de la Caja Mágica, también sin coste. Pero la mayor factura la abona Madrid Destino, la empresa municipal que depende del área de Cultura y Deportes. Este año ha tenido que abonar 6,05 millones de euros a Madrid Trophy Promotion por traer el torneo a Madrid y a partir del año que viene la factura será de 6,53 millones (impuestos incluidos). A cambio, el torneo entrega un millar de entradas al Ayuntamiento y el acceso a dos palcos VIP.
Los dos eventos organizados por esta empresa copan la mayor parte del dinero invertido por el Ayuntamiento de Madrid en grandes eventos. El tercero es la subvención de otros tres millones de euros que se otorgó a la Federación Española de Rugby por la organización de las World Seven Series el pasado mes de junio en el Estadio Metropolitano.
El listado recopilado por este periódico se completa con el medio millón de euros que se llevó la Federación Española de Bádmiton para montar el Madrid Spain Master, los 350.000 euros para acoger el final de la Vuelta Ciclista a España o los 250.000 euros desembolsados para la gala de los Premios Laureus del Deporte, que tuvo lugar el pasado mes de abril.
En total, el gasto municipal del Ayuntamiento para acoger eventos deportivos recopilados por Somos Madrid asciende a más de 17 millones de euros. Al mismo tiempo, las subvenciones municipales para el deporte base que contempla la partida de este año es de 2,45 millones, divididas en dos líneas: la primera (1,4 millones) para actividades de entrenamiento y competición de cualquier nivel, y la segunda (1,05 millones) para la participación en competiciones oficiales por equipos de ámbito nacional y de carácter no profesional, en alguna de las tres máximas categorías nacionales absolutas.
La comparación entre ambos gastos es manifiestamente desigual: si sumamos ambas cantidades, el deporte base recibe el 12%, mientras que el resto del gasto se lo llevan eventos deportivos muy concretos, especialmente el tenis. Y después el golf y el rugby.
Capital Mundial del Deporte por 12.000 euros
Vistas las cifras que maneja el Ayuntamiento a la hora de los patrocinios, uno de los logros más baratos fue el de conseguir en 2022 el título de Capital Mundial del Deporte, del que presumió ostentosamente el alcalde José Luis Martínez-Almeida y su equipo. El logro, sin embargo, tenía algunos matices: la ciudad fue la única aspirante y para presentar su candidatura el Ejecutivo municipal tuvo que desembolsar 12.000 euros.
Aunque la iniciativa fue impulsada por el área de Deportes, por entonces en manos de Ciudadanos, la capitalía deportiva fue un paso más en la apuesta del equipo de Almeida por convertir Madrid en sede de grandes eventos deportivos. El sueño olímpico todavía no está sobre la mesa, pero la costosa celebración de los premios Laureus (conocidos como los Oscar del Deporte), la apuesta por la Fórmula 1 a partir de 2026 (con un gasto ya millonario de Ifema pese a las promesas iniciales) y su papel como sede del Mundial de Fútbol de 2030 (tal vez con final incluida) auguran una concatenación de macroactos deportivos. La futura Ciudad del Deporte del Atlético de Madrid o la polémica reforma del Bernabéu, estadio que en 2025 planea alojar un partido de la NFL, apuntan en la misma dirección.
Una línea que el Ayuntamiento ha fomentado con otras actuaciones directas, como la cesión del Estadio Vallehermoso de Chamberí a Los Bravos, un equipo de fútbol americano con solo unos meses de vida creado por empresarios de la región. Con ello, un recinto dedicado por entero al atletismo hasta mayo pasó a compartir espacio con un deporte sin apenas seguidores en Madrid.
En una instalación anexa, el gimnasio GoFit Vallehermoso, los usuarios han denunciado las anómalas condiciones que deben afrontar pese a que los centros deportivos de gestión privatizada también deben regirse por los precios que fija el Consistorio. Así, a través de unas listas de espera que apenas avanzan, establecen cupos limitados y estancados para los precios de jubilados, familias numerosas o jornada parcial, pese a que la normativa municipal indica que son descuentos de aplicación general para quien cumpla las condiciones. Con ello, desde GoFit consiguen aplicar a la inmensa mayoría de sus usuarios la tarifa general, frente a la reducida que muchas de esas personas pagarían en gimnasios públicos.
Otra compañía, Viding Fitness, sí llegó incluso a rebasar la tarifa municipal en el Centro Deportivo Municipal Viding Alcántara de Salamanca. El abono mensual adulto alcanza este año los 55€, cuando la cuantía que fija el consistorio es de 47,45€. Desde el área de Deportes justificaron las subidas a Somos Madrid por una disposición especial en el pliego que este centro deportivo municipal comparte solo con otros “dos o tres de la ciudad”, y que les faculta a aumentar los precios según el IPC.
El modelo de polideportivos privatizados ha sido un quebradero de cabeza en la gestión del Gobierno de Almeida. Después de que los cinco concursos convocados en 2023 quedasen desiertos, la mayoría de los centros deportivos con piscina y gimnasio prometidos por el Ayuntamiento de Madrid en el plan de equipamientos hasta 2027 se quedaron sin constructora.
Precisamente la privatización fue la solución planteada por el exconcejal de Fuencarral-El Pardo Javier Ramírez para la piscina del Vicente del Bosque, que acumula ya tres veranos clausurada. La oposición vecinal y las dudas de parte del Consistorio frenaron el intento del edil recolocado por Almeida al frente de Calle 30, pero no agilizaron su puesta en marcha. El Ayuntamiento espera que en 2025 vuelva a estar operativa una instalación que en 2021 disfrutaron 132.000 personas (la segunda pileta municipal más demandada aquel año).
Las más utilizadas, las de Peñuelas en Arganzuela, cerraron sus puertas también por obras de mejora este verano. Sus 85 entradas disponibles se agotaban cada día en un minuto durante el período estival. La situación es de tanta escasez que las familias de la zona llegan a autoorganizarse otros veranos en grupos de Whatsapp para intercambiar entradas que quedaban sin uso, ante la falta de un sistema municipal de devoluciones. Este año, sin embargo, los usuarios se vieron obligados a acudir a las instalaciones de otros distritos.
A estos cierres por obras de mejoras se unen las deficiencias en dotaciones que sí abren sus puertas. La última en sumarse ha sido el Campo Municipal de Hockey Carlos del Coso, el único de titularidad pública dedicado a este deporte en Madrid. Inaugurado hace apenas cuatro años, los sistemas de riego del recinto están estropeado desde junio. Esto desemboca en “partidos que no se pueden jugar y posibles lesiones a la vista”, según denuncia la concejala de Más Madrid Esther Gómez.
Aunque ningún caso es tan sintomático de abandono como el del Centro Acuático de Madrid, gran símbolo de los fracasos olímpicos de la ciudad. El Ejecutivo municipal achaca a errores de administraciones previas el estado de abandono de esta instalación impulsada en 2004 para acoger los deportes acuáticos de unos Juegos nunca consumados en la capital. Las obras fueron paralizadas en 2010 y, después de 14 años de abandono, el área de Obras ha confirmado que tampoco se integrará en los terrenos adyacentes que integrarán la futura Ciudad del Deporte.
Dicho proyecto se erigirá en los 205.000 metros cuadrados de unas parcelas cedidas por el Ayuntamiento al Atlético de Madrid durante 75 años a cambio de 53 millones de euros. Aunque finalmente la Ciudad del Deporte se dedicará también a otros negocios: albergará un hotel o un centro comercial, además de apuestas deportivas insólitas como una piscina de olas artificiales para la práctica del surf.