El Ayuntamiento de Madrid va a implantar parquímetros en Usera. Será en los barrios de Moscardó, Almendrales y Pradolongo, después de una votación en la que hubo respaldo mayoritario a la propuesta.
El apoyo al cobro por aparcar en las calles ha ido desde el 62,73% a favor en Almendrales, al 70,93% de Moscardó. Los habitantes de Pradolongo apoyaron la medida con el 63,13% de los votos favorables. La votación se desarrolló durante las dos últimas semanas del mes de junio, principalmente online pero también de forma presencial.
Una vez acabada la consulta, organizada por el Ayuntamiento a través de su página de participación, Decide Madrid, será la Junta de Usera la encargada de aprobar formalmente la medida el próximo jueves, 11 de julio. La votación saldrá adelante gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular, independientemente de la postura del resto de grupos.
El PSOE denuncia que la participación en la consulta “no ha alcanzado el 10% en ninguno de estos barrios”. El concejal Ignacio Benito asegura que en Pradolongo solo han votado 320 vecinos, “el 2% del censo”. En Moscardó lo hicieron 1.338 y en Almendrales 754.
“Creemos que deberían replanteárselo porque han diseñado un modelo participativo no para que hablen los vecinos, sino para que salga lo que Almeida quería”, asegura Benito.
Los parquímetros del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) no llegarán inmediatamente. El áreas de Movilidad habrá de implantarlos en los próximos meses en los tres barrios citados. En total, serán 9.559 las plazas habilitadas.
Los plazos que maneja el área son los siguientes: a lo largo del otoño instalará los parquímetros, informará a los vecinos y expedirá las tarjetas que permitirán el aparcamiento de residentes. Las primeras plazas se instalarán en noviembre y la últimas en enero, explican a Somos Madrid fuentes del área.
Un referéndum como precedente
El único referéndum de este tipo que ha tenido lugar en Madrid se celebró en 2023 en Ciudad Lineal, después de que algunos de sus vecinos se quejaran de no haber tenido información sobre una primera consulta celebrada en 2022, en la que hubo baja participación.
En el caso de Usera, las quejas por el “efecto frontera” de las tres zonas afectadas han provocado la decisión municipal: numerosos conductores ajenos a estos barrios acuden cada día a dejar sus coches en las calles porque no pueden introducirlos en los aparcamientos del interior de la M-30 por encontrarse allí otros parquímetros.
Según el Ayuntamiento de Madrid, entre los objetivos al ampliar el SER a Usera están los de reducir el tráfico innecesario de coches, facilitar la movilidad y el aparcamiento de vehículos e impulsar la sostenibilidad medioambiental en el distrito.