Los dos arcos chinos prometidos por el Ayuntamiento de Madrid llegarán a Usera a finales de año. Estarán situados en el eje de las calles Dolores Barranco y Evangelios y tendrán unos diez metros de alto, según el proyecto al que ha tenido acceso este periódico, que acaba de sacar a concurso el consistorio.
La Junta de Usera, impulsora de esta iniciativa, busca aumentar el turismo en el distrito con esta actuación, creando “un valor añadido multicultural a la escena urbana de este barrio” siguiendo “el modelo del Barrio Chino de Londres, mediante la instalación en esas calles de elementos clásicos de la cultura china como son puertas (paifangs) y farolillos”, explica la memoria del proyecto.
El mismo texto recuerda que este tipo de puertas se erigen tradicionalmente en “encrucijadas, templos, puentes, oficinas del gobierno, parques y tumbas” y por ello se ha escogido un tramo de la calle Evangelios, junto a una iglesia (la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad) para colocar el primero de los arcos. El segundo estará ubicado en la plaza del Hidrógeno, sobre la calle Dolores Barranco.
Las dimensiones de ambos arcos serán iguales: medirán algo más de diez metros de altura y casi trece metros de ancho. Su decoración contará con motivos asiáticos aunque será bastante somera, especialmente comparada con arcos similares de otras capitales europeas o asiáticas. Los dos arcos tendrán iluminación propia y también megafonía.
Otra de las diferencias de este proyecto con el de otros chinatowns europeos es que en el de Madrid los coches pasarán bajo los arcos de forma frecuente, al estar situados en un eje (el de la calle Dolores Barranco) con tráfico abundante y aceras estrechas. Las puertas de otros lugares similares están colocadas en zonas peatonales o en vías con circulación motorizada muy reducida.
El proyecto de la Junta de Usera no coincidirá con el itinerario peatonal que está ya ejecutando el área de Obras a través de un paseo de casi dos kilómetros desde Madrid Río, jalonado de referencias decorativas al gigante asiático. Aunque ambos proyectos se unirán en la plaza del Hidrógeno.
A partir de esa plaza, la memoria del proyecto apunta a una “futura iluminación mediante farolillos en la calle dolores Barranco desde la Plaza del hidrógeno hasta su confluencia con la calle Porta Coeli”. Pero esa ejecución está fuera del presupuesto de esta obra, que costará casi 225.000 euros, impuestos incluidos.
Los plazos que maneja la Junta de Usera para la instalación de los dos arcos son cortos. Se espera que, una vez adjudicado el concurso, las obras se inicien el 2 de septiembre, y se extiendan a lo largo de tres meses, por lo que para las próximas navidades el distrito podría estrenar su Chinatown.