Adoptar un pájaro y pedir a Almeida que lo proteja: un taller medioambiental para defender las especies de Madrid Río

Una curiosa iniciativa unirá educación, concienciación y reivindicación este domingo 11 de mayo en Arganzuela. Se trata de la jornada familiar Adopta un pájaro, con la que colectivos vecinales y medioambientales tratan de concienciar sobre el impacto que causa la iluminación del cauce del Manzanares en las aves que habitan el entorno de Madrid Río.
La cita, prevista originalmente para marzo pero retrasada por motivos meteorológicos, se desarrollará en el Puente Oblicuo de Madrid Río, a la altura del Bosque de Trepa. Será de 12.00 a 14.00 e incluirá diversas actividades paralelas de carácter lúdico y pedagógico, con la naturaleza del lugar como gran protagonista.
El plato fuerte será el taller de educación ambiental de la mano de Ecologistas en Acción. Este es precisamente uno de los colectivos organizadores, junto a la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial. Colaboran además las entidades Mesa del Árbol de Carabanchel, Vecinas Corniseras y Teatro de la Tierra.
Los niños y niñas que participen en este taller deberán elegir cuál de las cinco características aves del Manzanares seleccionadas desean adoptar: cormorán, martinete, martín pescador, garza real o gallineta. “Se les explicarán datos sobre cada ave, la importancia que tienen en el río y cómo los focos y las luces en medio de la noche les afectarán y provocarán que se vayan”, explica Susana de la Higuera, portavoz de Pasillo Verde Imperial.

Una vez expuesta la importancia de estas especies, los peques tendrán la opción (si cuentan con autorización de sus padres) de enviar una carta al alcalde para pedir la protección de su correspondiente pájaro. Se les dará una ficha donde rellenarán la información del ave y pedirán a José Luis Martínez-Almeida que no encienda los focos. La carta será recogida por las asociaciones convocantes, las encargadas últimas de entregar las misivas al regidor.
Las familias que acudan a las jornadas podrán turnarse entre esta y otras actividades, como pintacaras, una pequeña clase de papiroflexia y manualidades o un taller de construcción de cajas-nido impartido por miembros de la Mesa del Árbol de Carabanchel.
De la protesta a la concienciación
Esta acción educativa se da la mano con un movimiento vecinal y ecologista muy combativo contra la instalación de elementos lumínimos en el cauce de Madrid Río. El pasado octubre, coincidiendo con el encendido, un grupo de ciudadanos pertenecientes a diversos colectivos se manifestaron en el lugar. Insistieron en su “no a las luces” y en su defensa de “un río vivo”.
En noviembre, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 8 de Madrid admitió a trámite el recurso interpuesto por la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial y por Ecologistas en Acción contra el Ayuntamiento de Madrid debido a ese alumbrado decorativo en un tramo de 560 metros. En el escrito denuncian que el proyecto auspiciado por el Gobierno de Almeida, que nunca ha llegado a recibir el aval de la Confederación Hidrográfica del Tajo, “incumple tanto la legalidad urbanística como la medioambiental”.
La iniciativa fue impulsada gracias a un decreto firmado por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. En términos urbanísticos, detallaban los denunciantes, las intervenciones en el río están reguladas por el Plan Especial Río Manzanares. Aprobada el 25 de junio de 2008, esta norma solo permite “la conservación, protección, rehabilitación y mejora” del medio.
“De manera más específica, solo autoriza en el cajero del río (paredes laterales donde se han instalado los focos) obras de reforma integral, rehabilitación, restauración y mantenimiento”, precisaban. Su conclusión es que “la instalación de una iluminación absolutamente innecesaria y meramente ornamental incumple el plan especial”.
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