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El Ayuntamiento de Madrid se enfrenta a su prueba de fuego con los parquímetros: ampliar el SER en Puente de Vallecas

Barrios de Puente de Vallecas por donde el Ayuntamiento quiere extender el SER

Diego Casado

Madrid —
23 de octubre de 2024 22:09 h

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Ha llegado el momento de saber si los vecinos de Puente de Vallecas quieren parquímetros en sus calles. El Ayuntamiento de Madrid acaba de convocar una consulta para decidir si amplía el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a la mayoría de barrios de este distrito, según una resolución a la que ha tenido acceso este periódico y que aún no se ha difundido.

La consulta tendrá lugar del 11 al 25 de noviembre y se efectuará a través de la web de participación municipal, Decide Madrid. Constará de dos preguntas, la primera tratará sobre el tiempo que tarda cada conductor en poder aparcar en su barrio (entre menos de un cuarto de hora y más de 30 minutos) y la segunda cuestión será más directa: ¿Estás a favor de que se implemente el SER en tu barrio?

La propuesta será sobre cinco de los seis barrios que componen Puente de Vallecas: San Diego, Portazgo, Numancia, Palomeras Bajas y Palomeras Sureste. Se queda fuera de momento el barrio de Entrevías.

El mecanismo será similar al que el Ayuntamiento empleó en Usera para aprobar los parquímetros en tres de sus barrios. En ese caso dieron su visto bueno entre el 62% y el 70% de los vecinos que participaron en la consulta y, como resultado, el SER ya ha llegado a la zona de Moscardó y en diciembre lo hará a Pradolongo y Almendrales.

El concejal de distrito toma esta decisión después de que hace casi un año llegara una proposición de Más Madrid al Pleno de Puente de Vallecas, en la que reclamaba instalar parquímetros en los barrios de San Diego y Numancia. Salió adelante con los votos del PP. El PSOE se abstuvo y Vox se pronunció en contra.

Más Madrid llevó la propuesta al comprobar que en los barrios de Numancia y San Diego muchos conductores utilizaban las zonas como “aparcamientos disuasorios” antes de coger el Metro, dejando menos espacio para el estacionamiento de los residentes. Es el conocido como efecto frontera que ha servido para que los habitantes de otros barrios limítrofes al SER hayan optado por dar luz verde a los parquímetros.

La propuesta de Más Madrid pedía que los residentes no tuvieran que abonar ningún importe por aparcar en su barrio, pero el PP puntualizó que no era posible debido a la normativa municipal. Actualmente, los residentes de otros barrios pagan 24,60 euros al año por aparcar en las zonas verdes de su entorno o 2,05 euros si elige la tarifa mensual.

Dos referéndum y otras ampliaciones

La idea del referéndum entre los residentes de un barrio para consultar la instalación de parquímetros surgió en Ciudad Lineal. Allí se celebró el último a inicios de 2023 después de que algunos de sus vecinos se quejaran de no haber tenido información sobre una primera consulta que tuvo lugar en 2022, en la que hubo baja participación. La mayoría de los barrios eligieron pintar sus calles de verde y azul.

El concejal de Ciudad Lineal era el mismo que ahora está en Puente de Vallecas: Ángel Niño, un edil que llegó al PP procedente de Ciudadanos y que defendió mientras pertenecía a la formación naranja la necesidad de consultar entre los vecinos la colocación de los parquímetros. Suya es la firma del decreto que establece ahora la consulta pública al otro lado del escaléxtric de Vallecas, fechado el pasado 18 de octubre.

Hasta el momento, el Ayuntamiento de Madrid ha consultado sobre la ampliación del SER en la citada de Ciudad Lineal y en Usera, pero impuso las de Puerta del Ángel (con algunas protestas y vandalismo al inicio), San Isidro o Los Cármenes. En todas ellas el área de Movilidad explicó que lo hacía con el objetivo de reducir el tráfico innecesario de coches, facilitar la movilidad y el aparcamiento de vehículos e impulsar la sostenibilidad medioambiental en el distrito. En todos los casos anteriores fue necesaria la aprobación previa de la petición en la Junta de Distrito correspondiente, un trámite que marca la actual Ordenanza de Movilidad, que no recoge la obligatoriedad de organizar ningún referéndum.

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