El Ayuntamiento de Madrid ha fijado mediante un decreto unos servicios mínimos del 50% en la huelga de basuras que arranca en Madrid el lunes 21 de abril, a partir de las 23.00 y con carácter indefinido. Así lo ha avanzado el delegado del área de Medio Ambiente del Gobierno municipal, Borja Carabante, en respuesta a las preguntas de Somos Madrid después de la reunión para preparar los futuros eventos del recinto del Mad Cool en Villaverde y Getafe.
El edil ha descargado responsabilidad en el equipo de José Luis Martínez-Almeida, al indicar que el conflicto se produce “entre las empresas contratistas y los trabajadores”. Apunta eso sí que “la vocación del Ayuntamiento es instigar a que se llegue a un acuerdo para que no haya molestias para los vecinos”.
Así, el decreto de servicios mínimos persigue al mismo tiempo “preservar el derecho de huelga” y garantizar que “no perjudique de manera notable a los ciudadanos”. El Consistorio se ha visto obligado a fijarlos unilateralmente por la falta de acuerdo entre sindicatos y compañías adjudicatarias. Fuentes Sector Profesional RSU, sindicato mayoritario en esta movilización, confirmaron a elDiario.es su disposición a unos servicios mínimos del 100% en la recogida de residuos de algunos complejos, como residencias de ancianos y hospitales. Sin embargo, rechazaron el 80% en la recogida domiciliaria que reclama la parte empresarial, y proponían en cambio un 30%. La decisión del Ejecutivo municipal se sitúa a medio camino entre ambas demandas.
En torno a 1.800 trabajadores están llamados a este paro. La movilización pretende obligar a las empresas subcontratadas por el Gobierno de Cibeles, que gestionan tres lotes entre FCC, Valoriza, Acciona, OHL, Prezero y Urbaser, a mejorar las condiciones laborales de cara a la aprobación de un nuevo convenio (el actual caducó el pasado 31 de diciembre).
Desde Sector Profesional RSU denuncian la congelación de salarios en 2025 y 2026 y la limitación de la subida al 1% en 2027, así como modificación de la retribución de los días festivos y el recorte de complementos como la antigüedad y el premio de puntualidad, que dejaría de percibirse incluso por una sola ausencia justificada. CCOO y UGT, los otros dos sindicatos con mayor peso entre las plantillas, secundan igualmente el paro.