Bergoglio vivió en Alcalá de Henares, pero Francisco no llegó a visitar Madrid: los vínculos del Papa con la capital española

La muerte del Papa Francisco (2013-2025) un Lunes de Pascua ha dejado a Madrid sin su ansiada visita oficial. El máximo representante de la Iglesia Católica y el primer jesuita en ocupar dicho puesto vivió una parte de su formación en Alcalá de Henares, donde pasó varios meses e incluso celebró su 35 cumpleaños. Sin embargo, y pese a los intentos de la presidenta Isabel Díaz Ayuso por atraerlo a la región ya no como Bergoglio –su nombre de pila– sino como Francisco, el pontífice número 266 se ha ido para siempre sin poder efectuar esa visita apostólica a la capital española.
Aunque se trata del primer latinoamericano en ascender a la cúpula del Vaticano y comparte su idioma materno con la ciudad, poco más una decena de sus 47 viajes oficiales como Papa tuvieron por destino un país de la Unión Europea. Ninguno fue a España. En 2023 el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta regional acudieron al Vaticano para celebrar la canonización del patrón de la capital, San Isidro Labrador, de la que se cumplían entonces 400 años. En aquel encuentro –al que también asistieron el entonces arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y la que era delegada del Gobierno en la región, Mercedes González– trataron de propiciar una futura visita del Papa a España.
No obstante, el argentino ya expresó en ocasiones puntuales que su prioridad era conocer la realidad en los Estados más pequeños o los menos desarrollados, dejando entrever que España no estaba en esa lista. Incluso algunas de sus visitas a zonas desarrolladas de la UE, como Francia o Grecia, estuvieron marcadas por otras razones de peso: en el país galo acudió a Estrasburgo porque allí hay una sede del Parlamento Europeo; en el caso griego, se desplazó a la isla de Lesbos, muy marcada por la presión migratoria o los campos masivos de refugiados.
A la muerte de Francisco, queda claro que el objetivo de aquella delegación madrileña no llegará a cumplirse. Pero su paso por la Basílica de San Pedro dejó otro momento mucho más sonado. En su recibimiento al alcalde de Madrid, Francisco lo saludó como “el heredero de la gran Manuela [Carmena]”, la exregidora previa a Almeida, que estrechó sus vínculos con el pontífice durante las tensiones por la acogida de refugiados en Europa que se intensificaron en 2016, cuando Carmena estaba al frente del Ayuntamiento. Almeida sonrió sin responder.
La visita de la delegación madrileña al Vaticano tuvo lugar en marzo. Pero en el verano de ese mismo año otro evento acercó a Francisco, al menos metafóricamente, a la capital. El representante de los católicos nombró a un nuevo arzobispo para Madrid, que actualmente continúa ostentando el cargo: se trata de José Cobo Cano, cuya toma de posesión tuvo lugar el 12 de junio de 2023. Tiempo despues, el propio pontífice le entregó mano a mano el palio arzobispal (la faja blanca que visten estos prelados) en una ceremonia en la Basílica de San Pedro.
Al año siguiente, en 2024, Francisco volvió a hablar de la ciudad cuando participó en un evento religioso online. Fue uno de los invitados del Madrid Live Meeting, un conjunto de actividades de ocio y fe que organiza la Delegación de Infancia y Juventud de la Archidiócesis de Madrid. El Papa dedicó unas palabras a las nuevas generaciones de religiosos españoles, a quienes instó a ser valientes y “hacer ruido” para implicarse con el mundo a su alrededor. “Quiero estar cerca de vosotros, quiero acompañaros en vuestro trabajo. Pero no olvidéis que un joven que no crea movimiento, un joven que se queda quieto, es un viejo muerto. Tened valor, caminad, moveros”, les dijo.
Además de a los jóvenes, el Papa también se dirigió en agosto a los habitantes de la Cañada Real, el asentamiento chabolista en plena ciudad que lleva años sin luz eléctrica. Fue a través de un videomensaje mediado por el actual arzobispo madrileño y en el que apareció junto al párroco de la zona, Agustín Rodríguez. “Sigan trabajando y apoyando a tanta gente buena que está entre ustedes”, instó el pontífice, que lanzó una última petición que hoy suena casi a premonitoria: “Recen por mí”.
Cuando el Papa enfermó de neumonía, el pasado mes de febrero, una concentración de feligreses se reunió en la catedral madrileña de La Almudena para rezar por su vida. Por allí pasó un grupo de lo más variopinto, en el que se incluían hombres, mujeres, niños y niñas o familias de toda la archidiócesis. El acto lo dirigieron tanto el arzobispo José Cobo como su predecesor y emérito, el cardenal Carlos Osoro. Aunque después de unas primeras semanas de agonía la salud de Francisco pareció mejorar, finalmente ha sido al término de la Semana Santa cuando el pontífice ha perdido la vida.
Las reacciones desde Madrid a la muerte del Papa
Ayuso ha decretado tres días de luto en la Comunidad de Madrid. Lo hizo saber con un escueto mensaje en X, donde trasladaba su pésame a los fieles y recalcaba que su origen latinoamericano. Por otro lado, Almeida fue de los primeros altos cargos madrileños en despedirse con un emotivo mensaje en redes sociales: “Madrid llora la partida del Papa Francisco, quien con su fe y dedicación al servicio de Dios y de la humanidad nos enseñó el verdadero camino del amor y la esperanza. Un ejemplo de humildad, compromiso y cercanía a los más necesitados”.
Al otro lado del espectro político, el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid valoró el legado que deja Bergoglio. En su adiós, Francisco Martín habló de la “humildad, valentía y cercanía” de un hombre que “rompió barreras” en el Vaticano. “Puso la justicia social en el centro de su pontificado, habló por los que no tenían voz y se atrevió a mirar al mundo con compasión, no con juicio”, apuntaló el socialista. La Archidiócesis regional ha convocado una misa esta tarde en la catedral de La Almudena. Será a las 19.00 horas y la presidirá el cardenal José Cobo, que prevé congregar a los feligreses madrileños en un acto de despedida.
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