A mirarte con ternura
Yo aprendí desde pequeño
Porque tú eres gloria pura
Porque tú eres gloria pura
Cocidito madrileño
Madrid cuenta con varias calles que se convirtieron en peatonales durante la pasada legislatura. Dentro de los pactos que suscribieron todos los partidos, el equipo del alcalde Almeida diseñó varios cortes al tráfico en los 21 distritos de Madrid, ejecutados con urbanismo táctico. Es decir, sin obras pero con pintura en el suelo y alguna señal vertical.
En el distrito de Salamanca, uno de los más acaudalados de la ciudad, la calle elegida fue Recoletos. En su cruce con el paseo del mismo nombre se colocó un pictograma que no deja lugar a dudas sobre el carácter peatonal de la calle. Para comprobar si funciona, año y medio después de convertirse en peatonal, un madrileño ha publicado en X (antes Twitter) un pequeño experimento.
“¿Qué te puede pasar en una calle peatonal en Madrid por caminar?”, se preguntaba Fernando García antes de ponerse a andar a paso normal por la parte peatonalizada. El resultado del experimento se puede ver en el siguiente vídeo de esta red social:
Un coche blanco que se salta la prohibición de acceso a recoletos -ya que no accedía a ningún garaje ni estaba haciendo carga y descarga- y empieza a pitar de forma continuada a Fernando, acercándose de forma hasta temeraria para intentar que se aparte de la zona peatonal. Pero el tuitero permanece en el centro de la vía. La escena de tensión solo acaba cuando llega al semáforo.
El autor del vídeo recuerda que la Ordenanza de Movilidad obliga a los vehículos que entren en estas zonas peatonales a que estén autorizados y que, en cualquier caso, acomoden su marcha “a la de los peatones, evitando en todo momento causar molestias o crear peligro”.
La calle Recoletos es habitualmente empleada como atajo por numerosos conductores, que se saltan la prohibición de acceso e incluso increpan a los peatones que utilizan la parte asfaltada para caminar, como pueden hacer legalmente. El Ayuntamiento de Madrid no suele imponer multas en este lugar a los infractores.
El autor del experimento, Fernando García, no es un madrileño cualquiera. Fue nombrado alcalde de la bici en 2021, un cargo testimonial que designa una empresa europea para potenciar en todo el continente el uso de este vehículo. Además, concurrió a las últimas elecciones regionales en las listas de Más Madrid, aunque no resultó elegido.
Las peatonalizaciones prometidas por Almeida se ejecutaron poco a poco y una de ellas, la de la calle Fuencarral, no se ha llevado aún a cabo ni tiene visos de que suceda. En el resto el grado de cumplimiento por parte de los conductores es similar al de Recoletos.
Madrid cuenta con varias calles que se convirtieron en peatonales durante la pasada legislatura. Dentro de los pactos que suscribieron todos los partidos, el equipo del alcalde Almeida diseñó varios cortes al tráfico en los 21 distritos de Madrid, ejecutados con urbanismo táctico. Es decir, sin obras pero con pintura en el suelo y alguna señal vertical.
En el distrito de Salamanca, uno de los más acaudalados de la ciudad, la calle elegida fue Recoletos. En su cruce con el paseo del mismo nombre se colocó un pictograma que no deja lugar a dudas sobre el carácter peatonal de la calle. Para comprobar si funciona, año y medio después de convertirse en peatonal, un madrileño ha publicado en X (antes Twitter) un pequeño experimento.