La tradición de la noche de Reyes en nuestra ciudad está documentada desde el siglo XVIII. Durante el XIX se celebraba de forma muy distinta a como se hace hoy, con la iniciativa de los gremios más humildes, que se reunían al caer la noche del 5 de enero y recorrían en ruidosa procesión las calles de Madrid en busca de los Reyes y su comitiva, que habrían de entrar esa noche en la ciudad. Desde principios del siglo XX, aparecen las primeras cabalgatas, que han llegado hasta nuestros días.
Dejamos hoy una serie de imágenes de las décadas centrales del siglo XX que nos ayudan a asomarnos a la noche más misteriosa del año para muchos que, independientemente de sus creencias religiosas, renuevan la ilusión en la primera fiesta tras el Año Nuevo. Pertenecen a la exposición virtual Madrid por Navidad (1930-1970), preparada por Fondos Documentales de los Archivos de la Comunidad de Madrid con los fondos propios del fotógrafo Martín Santos Yubero.
Si tuviéramos que dibujar a unos niños jugando en la posguerra, seguramente, nos vendrían a la cabeza la comba o el caballo de cartón que se ven entre los juguetes fotografiados por Santos Yubero en 1940. En aquellos años había, sin duda, también mucha muñeca remendada, mucha caja de latón reutilizada y no pocas casas sin juguetes el Día de Reyes.
El escaparate. Una pantalla hacia el deseo antes y ahora. La imagen de los niños y niñas mirando con cara de asombro los juguetes nos desvela dos detalles curiosos. Por un lado, cómo los niños miran cocinitas y muñecas, algo natural que no era entendido como tal en la España franquista; por otro, un par de chicos miran hacia el objetivo, al otro lado del cristal, ¿futuras vocaciones periodísticas?
La fiesta de Reyes va unida indisolublemente a la beneficencia. En la exposición, Santos Yubero nos enseña imágenes de repartos durante la Segunda República en el Ayuntamiento o en una institución benéfica, primero. A continuación, algunas fotos que remiten a la caridad como una de las características fundamentales del estado corporativo franquista.
El scalextric era el juego más preciado de las noches de Reyes del desarrollismo. Una superación de la escasez, el cartón y la madera que simboliza algo similar al Seat 600. Llega a las casas de clase media española en forma de objeto resarcidor de la mañana de Reyes que no tuvieron quienes ahora eran papás.
Esta semana vuelven Sus Majestades de Oriente a las casas de los madrileños. Será bonito echar la vista atrás cuando seamos mayores y revisar en las instantáneas que se saquen estos días las vivencias de hoy.