Almeida cubrirá el histórico Beti Jai pese a las críticas y las alegaciones: “Huele a otro negociete”, advierte Más Madrid

Segundo intento de aprobar un plan especial para el frontón Beti Jai. La llamada Capilla Sixtina de la pelota vasca se convertirá en un espacio multiusos cubierto, si como todo parece indicar este miércoles da luz verde a la actuación en el trámite previo a su aprobación definitiva en el Pleno, la Comisión de Urbanismo.

El plan para poner en funcionamiento el Beti Jai llega después de recibir durante su exposición pública las alegaciones de asociaciones, vecinos y partidos políticos. Estas han sido desestimadas por el Ayuntamiento de Madrid, según documentos a los que ha tenido acceso este periódico. Todas salvo las que hacían referencia algunos aspectos técnicos de la memoria del plan especial, que han sido estimadas parcialmente.

Lo que no cambia es que el frontón del siglo XIX será cubierto. Ya el borrador del plan especial lo recogía: “Se podrá autorizar el cubrimiento del patio y de la cancha de juego (...) de modo que la superficie cubierta no compute a efectos de edificabilidad. La cubierta será traslúcida, ligera y disociada de la edificación, sin afectar a los valores que motivaron la declaración del inmueble como BIC de forma que desde el espacio interior se pueda seguir apreciando con nitidez el tratamiento de fachada urbana creando la percepción de plaza pública”, explica a la hora de detallar la futura cubierta.

También se permitirán usos alternativos a los deportivos culturales y educativos por considerar que será “un factor determinante para permitir la sostenibilidad física y económica del edificio después de evitar su ruina mediante las obras de consolidación acometidas entre 2015 y 2019”. Estos usos pueden ser claves para la explotación económica del lugar, si el consistorio decidiera cederlo a una entidad privada.

El plan será previsiblemente aprobado en comisión y también en el pleno del Ayuntamiento gracias a la mayoría absoluta del PP en la ciudad. Pero eso no lo ha librado de las críticas de partidos como Más Madrid, que lo considera “una auténtica aberración”, explica su concejal Álvaro Fernández Heredia. “La cubrición propuesta para la cancha deportiva, además de afectar notablemente a la calidad arquitectónica del edificio, supone elevar por la puerta de atrás en un 40% la edificabilidad”, argumenta.  

Más Madrid teme que la aprobación del plan y los usos alternativos (no asociados al deportivo, el principal) pueda devenir en otra privatización de esta joya pública, o incluso acabar sustituyendo a la práctica de deportes. “El PP se niega a confesar el programa de actividades que tienen previsto para este singular edificio. La total ausencia de transparencia hace que esto huela a otro negociete privado bajo el paraguas del PP”, denuncian desde el partido de Maestre.

El frontón Beti Jai es el único que queda en pie en Madrid de la época dorada de este tipo de instalaciones deportivas, que alcanzaron gran popularidad durante el siglo XIX y principios del XX. Fue rescatado por el Ayuntamiento de Madrid después de décadas de deterioro. Dejó de albergar partidos de pelota en el año 1919, a partir del que fue utilizado para diversos menesteres, como convertirse en taller y centro de pruebas del inventor Torres Quevedo (allí probó sus dirigibles), también como taller de coches, local de ensayo para bandas, fábrica, taller de escayolas, centro de mítines políticos, cárcel, almacén e incluso viviendas a modo de corrala, que sirvieron como escenario cinematográfico.