Es raro encontrar en una ciudad de tierra adentro un homenaje a un marinero. Más áun si este no tuvo especial relación con ella. Pero en Madrid todo es posible y gracias a una combinación de orgullo nacional, desafío separatista y cercanía de las elecciones el almirante Pascual Cervera pondrá su nombre a unos jardines en pleno distrito de Chamberí.
El Pleno de Chamberí aprobó este nombramiento para la zona verde de la plaza del Conde de Valle de Suchil hace ahora casi un año, el 21 de mayo de 2018. Lo hizo a propuesta del Partido Popular y con los votos favorables de Ciudadanos y PSOE. Ahora Madrid, el partido en el gobierno municipal, votó en contra. de la proposición. Era una incógnita si finalmente la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, entidad que tiene la facultad de aprobar los cambios de nombre, haría caso a esta petición del distrito.
Este jueves, Carmena y su equipo de Gobierno han dado luz verde a la petición y el consistorio colocará la placa homenaje a este marino, como también hará con otros dos espacios verdes del distrito que rendirán homenaje a dos destacadas mujeres, para las que Ahora Madrid sí que había solicitado el reconocimiento, junto al resto de partidos con representación en el Ayuntamiento.
El nombre del almirante Cervera empezó a sonar cuando en Barcelona, el gobierno de Ada Colau cambió el nombre de una calle dedicada al militar (“un facha”, dijo su alcaldesa) y poniendo en su lugar a Pepe Rubianes. Y ha acabado -de momento- este lunes en unos jardines de Chamberí, donde el PP, Ciudadanos y PSOE quieren colocar el nombre de este gaditano para enmendar el “agravio” de Colau, como definieron los populares.
Con 13 años Pascual Cervera ingresó en la Academia Naval de San Fernando recibiendo el despacho de alférez de Navío a los 21 años. En 1863 fue agregado a la delegación española en Washington. En 1898 salió rumbo a Cuba en la Escuadra del Atlántico. La flota, en mal estado, costó la baja de unos quinientos marineros españoles y dos mil prisioneros, entre los que se encontraba Cervera. Una vez repatriado, tuvo que sufrir un juicio militar por sus presuntas responsabilidades en el desastre colonial. Finalmente fue absuelto y publicó un libro de justificación sobre los acontecimientos coloniales. En 1903 fue nombrado senador vitalicio hasta su muerte en 1909.
Ucelay y Concha Méndez, con sendos jardines
La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid ha aprobado nombrar el ‘Jardín de Concha Méndez’, al área ajardinada situada en la calle de Bretón de los Herreros con vuelta Fernández de la Hoz, y ‘Jardín de Matilde Ucelay’ al área ajardinada situada en la calle Doménico Scarlatti 2A. Fue en la sesión del 9 de abril de 2018 cuando por unanimidad se decidió que la zona verde cercana a Bretón de los Herreros llevase el nombre de la escritora española de la Generación del 27. Concha Méndez, autora de Inquietudes, Surtidor y Canciones de mar y tierra, fue también editora la revista Poesía 1616, dirigida por Pablo Neruda.
En su exilio en Cuba junto con su marido, publicaron la colección poética El ciervo herido (1939-1943). Un año más tarde salía a la luz Villancicos de Navidad y Sombras y sueños. En 1979 llegaba Vida o río, su último libro.
También el pleno del mes de abril de 2018 acordó por unanimidad la proposición presentada por Ahora Madrid para dedicar un espacio público a Matilde Ucelay. Primera arquitecta española titulada, ingresó en 1931 en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Madrid. En 1936 fue la única mujer miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, fecha en la que se trasladó con su familia a Valencia tras ser amenazada.
Finalizada la guerra, la Dirección General de Arquitectura la acusó de “auxilio a la rebelión”. En julio de 1942 fue inhabilitada perpetuamente para cargos públicos, directivos y de confianza y se le prohibía el ejercicio privado de la profesión durante cinco años, periodo en el que Aurelio Botella firmó sus proyectos.
A lo largo de una extensa vida profesional de cuatro décadas (1940-1981), realizó alrededor de 120 proyectos. Se especializó en la arquitectura residencial. Destacan la Casa Oswald, la Casa de Guillermo Bernstein y la Casa de Francisco Utray en Madrid. En 2004, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura y dos años después, participó en la Bienal de Venecia de Arquitectura en el pabellón España.