Cientos de corredores recorrían esta mañana de sábado la calzada central de la Castellana, de la plaza de Colón a la glorieta de Castelar, aprovechando el buen tiempo del sábado para estirar las piernas o hacer deporte. Este tramo de un kilómetro de longitud (se cortaba el carril central, no los laterales) ha sido uno de los preferidos por los madrileños para pasear durante las primeras horas de corte al tráfico de 29 calles de la capita
La amplitud del espacio permitía por la mañana en todo momento guardar la distancia de seguridad para evitar la expansión del Covid-19, al igual que en el resto de calles de Chamberí que se han abierto a los peatones otras tres calzadas. Fuencarral, entre Bilbao y Quevedo, recuperaba su habitual corte al tráfico de los domingos antes del confinamiento y lo ha extendido a los sábados de 8.00 a 22.00 horas, el mismo horario que tendrá la jornada dominical.
La peatonalización que más éxito ha tenido de peatones en Chamberí ha sido la de Bravo Murillo. Uno de sus tramos más amplios para el coche, el que va del cruce con Ríos Rosas hasta Cea Bermúdez, rodeado de instalaciones del Canal de Isabel II, era utilizado por decenas de chamberileros para sus paseos matutinos del fin de semana, en una imagen insólita para esta vía de cinco carriles de circulación.
La que no ha presentado tanta afluencia de público ha sido la calle Santander, paralela al parque del Tercer Depósito, que sigue cerrado. En la mañana del sábado, numerosos runners seguían corriendo alrededor de estas instalaciones utilizando la acera, tal vez por desconocimiento de que podían usar la calzada, alejándose del resto de personas que por allí estaban pasando.
Estas son las imágenes ha captado Somos Chamberí de los primeros paseos en calzadas peatonalizadas: