Las aceras de Ponzano no son ni muy anchas ni muy estrechas, como pasa en la mayoría de calles de Chamberí: por ellas caben dos personas caminando juntas en paralelo, pero si se cruzan con alguien están obligadas a apartarse para dejar el paso. En su sección también caben árboles alineados junto a sus bordillos y coches aparcados en línea junto a ellos. Pero su anchura no permitía a los abundantes bares de la zona poner terrazas. Hasta que llegó la pandemia.
La legislación exigía un ancho de paso superior a 2,5 metros entre la fachada y los huecos de los alcorques, algo físicamente imposible allí. Pero una reinterpretación de la normativa, así como la posibilidad de colocar veladores sobre la calzada, sustituyendo las plazas de aparcamiento, facilitó el desembarco de decenas de nuevas terrazas en la carretera desde mayo de 2020, con cientos de asientos para acoger a más clientes.
La llegada de la nueva Ordenanza de Terrazas el pasado 1 de febrero condenó a la desaparición a la mayoría de ellas, por encontrarse en una de las zona de la capital donde el espacio público se encuentra saturado por la hostelería. Pero el Ayuntamiento estudia hacer obras en la calle para ampliar el ancho de las aceras, en las que se podrían colocar nuevos veladores, permitidos por la nueva legislación municipal.
La Junta de Chamberí ha encargado ya el diseño de este ensanche, según ha podido confirmar Somos Chamberí. Lo ha hecho a través de una licitación valorada en 12.226,60 euros con el objeto de contratar Trabajos de redacción de proyectos y asistencia técnica a la dirección facultativa de las obras para la renovación y ampliación de aceras de la calle Ponzano, reza la convocatoria, actualmente en evaluación. “Se trata de un estudio genérico de la calle para una posible futura ampliación de aceras con el objetivo de eliminar el ruido del tráfico rodado y dar más espacio al peatón”, indica una portavoz municipal sobre el objeto del contrato, sin aclarar a qué tramo afectará o si responde a peticiones de hosteleros o vecinos.
La ampliación del espacio peatonal en estudio permitiría a las decenas de bares ubicados allí -es la calle con más hostelería por metro cuadrado de Madrid- volver a extender sus mesas y sillas al aire libre, esta vez de forma permanente. Porque estos días la Junta de Chamberí tiene que retirar parte de las terrazas sobre el asfalto para cumplir con la normativa. Al menos está obligada a restaurar 27 plazas de aparcamiento. Y tiene de plazo hasta el 31 de marzo para hacerlo.
“Estamos a la espera de que la Junta nos notifique las terrazas que tenemos que recortar”, explica el hasta ahora presidente de la Asociación de Hosteleros de Ponzano, David Lorenzo. En una reunión que tuvo lugar hace dos semanas los responsables municipales les indicaron que deberían levantar algunos tramos de veladores hasta que quedaran libres el 40% de aparcamientos, lo que marca la normativa. La solución, para que todos los locales puedan mantener algunas mesas y sillas en el exterior, será recortar proporcionalmente el espacio que ocupan las terrazas de mayor tamaño.
La asociación de hosteleros dice desconocer el plan del Ayuntamiento para ampliar las aceras, aunque se ve como algo positivo para su calle. También valoran que la nueva ordenanza incluya sanciones más duras para los locales que se salten los horarios o los aforos: incurrir en dos sanciones graves conlleva perder el permiso de terraza durante un año, por ejemplo.
El problema del ruido
La ampliación gratuita de las terrazas de Ponzano que tuvo lugar durante la pandemia -el Ayuntamiento no ha cobrado su tasa ni en 2020 ni en 2021- ayudó a los hosteleros de la calle a superar el bache económico provocado por el confinamiento y, en los últimos meses, ya sin restricciones en el interior de sus locales, a llegar a los niveles de caja anteriores a la pandemia, confirman desde el sector.
Solo en la calle Ponzano, sin contar con las vías aledañas, hasta 37 bares y restaurantes aprovecharon para colocar veladores sobre el asfalto y así contar con un aforo mayor para acoger a sus clientes. “Fue un balón de oxígeno, porque sin terraza probablemente algún sitio hubiera cerrado, pero de esta forma no hemos tenido que despedir a nadie e incluso hemos hecho contrataciones nuevas”, agradece David Lorenzo, que señala que los veladores también ayudaron a pasar el bache del verano, una temporada que en esta calle antes era muy baja.
Tener terrazas en la calzada fue un balón de oxígeno durante la pandemia: no tuvimos que despedir a nadie y hemos hecho contrataciones nuevas
El aumento de la actividad hostelera vino acompañada de una subida de los problemas de ruido, denuncian los vecinos residentes en esta calle del barrio de Ríos Rosas. Una percepción que no comparten los hosteleros, quienes admiten las molestias pero que no creen que hayan ido a más con las terrazas, porque se recogen a medianoche. “La intención de la mayoría de los hosteleros es hacerlo bien”, recuerdan. En cualquier caso, los niveles de jaleo han propiciado el nacimiento de una plataforma contra estas molestias llamada SOS Chamberí, protagonista de sonoras caceroladas de protesta durante los últimos meses.
En paralelo a estos incidentes, el Ayuntamiento de Madrid ha ido haciendo equilibrios en su nueva Ordenanza de Terrazas, en la que primero decretó el fin de los veladores sobre calzada en Ponzano por estar dentro de una Zona Ambientalmente Protegida (ZAP) y luego las permitió durante dos años más con la condición de que cumplieran ciertos criterios para evitar la saturación.
En teoría, las terrazas sobre calzada que sobrevivan en Ponzano a la reordenación propuesta por la ordenanza podrán seguir hasta diciembre del año 2023, pero probablemente tendrán que ser retiradas antes porque el Ayuntamiento de Madrid está a punto de aprobar una Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) para este entorno, lo que significará recortes de horarios y la desaparición de cualquier velador en aparcamientos, como ha ocurrido en Gaztambide, otra zona de Chamberí con esta figura legal donde se levantaron 23 permisos como los que se concedieron en Ponzano.