Las terrazas de Ponzano se han convertido durante la pandemia en uno de los focos de ruido más mediáticos de Madrid. Los desmanes de sus clientes y algunos locales han puesto en el punto de mira a esta calle ante la inminente aplicación de la nueva Ordenanza de Terrazas, aprobada esta semana y que entrará en vigor el próximo martes 1 de febrero. Su aplicación sobre esta movida vía de Chamberí será la piedra de toque para saber si sus normas correctoras son suficientes, excesivas o se han quedado cortas.
Una de las novedades que ha incorporado en su última tramitación es la posibilidad de mantener las terrazas sobre aparcamientos en las Zonas Ambientalmente Protegidas (ZAP), un lugar donde estaba previsto su retirada, según la primera versión de la ordenanza que presentó Villacís. Ahora podrán mantenerse durante dos años si no ocupan el 40% de las plazas de estacionamiento disponibles. Casi toda la calle Ponzano se encuentra en una ZAP, por lo que este cambio beneficiará notablemente a sus hosteleros, que podrán conservar parte de sus veladores.
Las terrazas en Ponzano “se reducirán proporcionalmente las existentes, eliminando elementos y ocupación”, explican a Somos Chamberí desde Coordinación Territorial, el área delegada de Silvia Saavedra (Ciudadanos) que ha sacado la normativa adelante. “Si con esto se siguiese superando el 40% de ocupación se debería eliminar alguna”, advierten las mismas fuentes, que confían en que este extremo no sea necesario.
La entidad encargada de vigilar el cumplimiento y reordenar las terrazas será la Junta de Chamberí. Cuando entre en vigor la normativa, la semana que viene, contará con dos meses de plazo para resolver los problemas de saturación en Ponzano y en los otros 19 puntos con excesivo volumen de mesas y sillas detectados en el mapa que el Ayuntamiento de Madrid publicó hace unos días.
Las cuentas en Ponzano: 27 plazas deberán revertirse
¿Cuántas terrazas tendrán que recortar su espacios? ¿En qué lugares deberán liberarse aparcamientos? A falta de la previsión municipal, el periódico Somos Chamberí ha contado una a una las plazas disponibles actualmente y las ha comparado con las que figuran en los planos municipales del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) para obtener el número: según estos cálculos será necesario levantar plataformas de terrazas sobre al menos 27 plazas de aparcamiento en el tramo de la calle que va desde su inicio, en el cruce con Santa Engracia, hasta la intersección con Ríos Rosas.
El análisis tramo a tramo arroja los siguientes resultados: en su primera manzana, entre Santa Engracia y José Abascal, hasta 9 bares han colocado terrazas en plazas de aparcamiento situadas en ambas aceras, ocupando 19 de los 40 aparcamientos disponibles. Para no superar el 40% de ocupación se deberán eliminar al menos un espacio de veladores equivalen a tres coches.
La siguiente manzana, que va de José Abascal hasta el cruce con Bretón de los Herreros, alberga otros 9 locales con terraza en calzada, ocupando 14 de los 32 aparcamientos disponibles. Para bajar hasta el 40% sería necesario recortar el espacio de los veladores entre una y dos plazas.
El tercer tramo, que va desde Bretón de los Herreros hasta Ríos Rosas, es el más saturado con mesas y sillas de hostelería. Allí antes había espacio para que aparcaran 63 coches, pero sus 19 locales con servicio en el exterior han pasado a ocupar con sus veladores hasta 48 antiguos estacionamientos. Aquí el recorte de terrazas deberá establecerse para liberar hasta 23 plazas de aparcamiento.
La suma de los tres tramos da lugar al menos a 27 estacionamientos que ahora se encuentran ocupados por mesas y sillas y que deberán ser reconvertidos en espacio para el coche, según la nueva normativa, que además incluye medidas correctoras en zonas saturadas como la posibilidad de reducir su horario de funcionamiento, adelantando el cierre a las 23.00 horas o antes.
Los cálculos no incluyen los veladores sobre calzadas dispuestos en calles perpendiculares a Ponzano como Bretón de los Herreros o Espronceda, también identificadas como saturadas por parte del Ayuntamiento de Madrid y donde también se deberá actuar para corregir el actual desequilibrio.