La reforma aprobada en la calle Galileo en verano para mejorar su accesibilidad se ha quedado en una simple renovación del adoquinado en un pequeño tramo de su acera. Nada que ver con los planos firmados en la adjudicación ni tampoco con la solución prevista después, cuando se publicaron las imágenes de la reforma y el Ayuntamiento de Madrid decidió modificar el proyecto sobre la marcha.
Inicialmente, la intención del área de Obras era ampliar las aceras frente al Centro Cultural Galileo, como constaba en la licitación firmada el pasado mes de julio, dentro de un proyecto para mejorar la accesibilidad peatonal en los distritos de Chamberí y Tetuán. Pero al hacerse públicos los planos de la reforma, la Junta de Chamberí forzó un cambio para no perder las plazas azules de aparcamiento en la zona. El 22 de julio Obras comunicó que modificaría el proyecto para “elevar la intersección y adaptar el paso de peatones para calmar el tráfico y mejorar el tránsito”.
Tres meses después llegaron las obras a la calle Galileo y tampoco se ejecutó el paso de cebra elevado que estaba previsto. “Efectivamente, no se ha colocado ese paso a petición del distrito”, confirman a Somos Chamberí fuentes del área de Obras. Los trabajos se han limitado a mejorar el paso de peatones en el cruce con la calle Fernando Garrido y la reforma de las aceras situadas frente al Centro Cultural Galileo y también el tramo situado junto a parte del parque José Luis Sampedro, sin que los peatones ganen ni un milímetro en este tramo de la calle.
El Ayuntamiento asegura que este es un cambio menor de un proyecto en varias calles de la ciudad y que contó con un presupuesto de 1.006.544,02 euros (impuestos incluidos), por lo que no ha supuesto una modificación del contrato adjudicado a Lantania SAU, empresa adjudicataria de las obras. Parte de estas actuaciones vienen heredadas del equipo de gobierno anterior, que anunció las obras en noviembre de 2018 pero que no llegó a ejecutarlas.
Antes de esta modificación, la intervención en la calle Galileo iba a suponer restar espacio de aparcamiento a los coches, que perdían 10 plazas de estacionamiento en favor de “un correcto funcionamiento del tráfico peatonal”, “evitar accidentes y sus consecuentes afecciones a personas y bienes” y “favorecer la movilidad y la accesibilidad de los peatones”, según rezan el texto y los planos de la memoria de la actuación publicada en el portal de contratación, a los que tuvo acceso Somos Chamberí.
La calle Galileo fue uno de los escenarios de la batalla por la movilidad durante la pasada legislatura: la semipeatonalización parcial de un tramo de 50 metros provocó una batalla política durante meses hasta que la oposición consiguió que por allí volvieran a pasar los coches. Su reversión total y el desmantelamiento de las maceteras que marcaban los límites del espacio ganado a los coches fue la primera actuación política del concejal Javier Ramírez como máximo responsable del distrito.
Tampoco habrá árboles en Calvo Asensio
Otra de las modificaciones sobre el proyecto original de las reformas firmadas por el Ayuntamiento de Madrid en estas obras dejará sin los árboles previstos a la calle Calvo Asensio. La calle ha sido reformada como estaba planificado, con una importante ampliación de aceras para evitar estacionamientos incorrectos y la reducción de una banda de plazas verdes de aparcamiento en línea, pero no se ha guardado espacio para la colocación de los diez alcorques que iban a ser situados en la acera donde sí aparcan los coches.
“El proyecto no contemplaba la instalación de red de riego bajo el pavimento, por lo cual se ha optado por no hacer los alcorques”, explican fuentes del área de Obras a este periódico, que puntualizan que la licitación venía del gobierno anterior. “En cualquier caso, esos árboles estaban previstos con una distribución que no contemplaba ningún tipo de protección, por lo que iban a ser golpeados continuamente”, abundan para explicar por qué no han sido colocados.
Fuentes del anterior equipo de la Junta de Chamberí consultadas por este periódico aclaran que el proyecto impulsado desde la Junta durante la época de Ahora Madrid “contemplaba inicialmente arbolado en toda la vía” con su sistema de riego incluido, pero fue “desestimado por criterio de los técnicos del área de Medio Ambiente encargados de supervisar el proyecto”.