“Este fin de semana ha sido tremendo, con los nuevos horarios no sabemos qué va a pasar”, cuenta uno de los vecinos de Chamberí que ha acudido este martes a la Puerta del Sol para protestar por el ruido en su barrio. Se queja junto a una veintena de representantes del movimiento SOS Chamberí de que las molestias han crecido asociadas a la multiplicación de veladores en su distrito, en el que más terrazas Covid se han abierto desde que se empezaron a conceder permisos especiales para ayudar a la hostelería durante la pandemia.
Los vecinos han entregado una carta dirigida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para pedirle que adelante el cierre de los locales de hostelería a la medianoche -desde hoy pueden abrir hasta la 1.00- y que las autorizaciones especiales de terrazas no se extiendan más allá del 31 de diciembre. “La ampliación del horario de cierre ha sido un duro revés para el descanso de quien vive en calle saturadas de locales: ruido suciedad, voces y cánticos, actos incívicos y eliminación de plazas de aparcamiento son algunos de los problemas”, relatan en el texto enviado hoy a la sede del gobierno regional.
“Chamberí es un distrito con una alta concentración de locales de ocio y restauración. Esto, que es bueno para la actividad económica, en no pocas ocasiones se convierte en un problema de convivencia hostelería-vecindario y en un problema para el descanso y la salud”, añaden en la misiva.
Los participantes en la protesta gritaban “¡queremos dormir, queremos vivir!” y portaban carteles de SOS Chamberí, plataforma impulsada por tres asociaciones del distrito y por vecinos a título particular, que surgió hace unas semanas, a medida que las medidas de relajación en la hostelería iban aumentando las molestias sonoras en su distrito. Los problemas están apareciendo en todos los barrios de Chamberí, no solo en los alrededores de Ponzano, la calle con más bares.
En el entorno de Olavide, por ejemplo, o en la calle Cardenal Cisneros el botellón y los ruidos son constantes, denuncian desde al Asociación de Vecinos de Trafalgar. Los horarios se incumplen de manera sistemática -se quejan sus habitantes- y se sigue produciendo consumo de alcohol a altas horas de la madrugada, mientras señalan que la Policía Municipal acude a sus llamadas, pero apenas pone multas.
“Desde hace años vivimos una situación muy complicada en el distrito, antes el ruido estaba solo en los bajos de Aurrerá, pero ahora se ha descontrolado y el problema se ha extendido a todos los barrios” relata Sara Díaz, presidenta de Nosotras Mismas, asociación que también forma parte de SOS Chamberí. Lamenta que durante la pandemia que muchos bares considerados de barrio hayan “cambiado de actitud”, mientras relata algunos casos de locales en Olavide que han abierto a las dos de la madrugada en plenas restricciones “para poner copas”.
El problema del monocultivo hostelero y de los ruidos asociados a su presencia cada vez mayor en la capital se está multiplicando con los cientos de nuevas terrazas que han llegado a Madrid. Ahora hay 953 autorizaciones de terraza más que hace un año y 5.747 mesas adicionales, según datos municipales recopilados por Somos Madrid. Aunque las cifras son muy distintas en cada distrito, Chamberí es en el que más se han concedido, 195 autorizaciones y casi 900 mesas, la mayoría de ellas sobre la calzada.
Chamberí es también el distrito de nacimiento y de residencia de Isabel Díaz Ayuso, que durante la campaña electoral se convirtió en un icono para la hostelería de la zona, con carteles de apoyo en algunos locales. El 55% de los habitantes de su distrito votaron por ella en los comicios de hace unas semanas.
“Estamos viviendo una situación de completa impunidad, con locales abiertos pasadas la hora de cierre, que siguen sirviendo a sus clientes en las terrazas”, relata Julio López, presidente de El Organillo, otra de las asociaciones que respalda las protestas de SOS Chamberí. El representante vecinal enumera una larga lista de acciones incívicas relacionadas con “un modelo de negocio totalmente invasivo y perjudicial para los residentes” que, según él, campa a sus anchas por el distrito gracias “al silencio del Ayuntamiento”.
Este fin de semana, la Policía Municipal de Madrid interpuso 1.069 multas por consumo de alcohol en vía pública en toda la ciudad, un récord desde el inicio de la pandemia. Además, sancionó a los propietarios de 32 locales por incumplimiento de horario de cierre o aforo superior al autorizado. No se han detallado en qué distritos se impusieron las sanciones.
SOS Chamberí ha empezado una ronda de contactos con todos los grupos municipales para intentar hacer llegar a los partidos políticos sus problemas. De momento solo han respondido PSOE y Más Madrid, aunque no pierden la esperanza de que el resto también les atiendan. Denuncian que ni Ayuntamiento ni Comunidad están “escuchando al vecindario” y reivindican su “derecho al descanso”.