La casa del poeta Vicente Aleixandre en Madrid ha salido a subasta con una tasación de 4,5 millones de euros, según consta en un edicto al que ha tenido acceso este periódico que establece un plazo de 20 días para la recepción de ofertas. En ese mismo documento se remarca que no se admitirán posturas inferiores a 3,1 millones de euros, importe equivalente al 70% de ese precio de tasación.
En la descripción de la vivienda se especifica que se trata de en edificio aislado ubicado en el barrio de Vallehermoso de Madrid, dentro del distrito de Chamberí, con una superficie de 630 metros cuadrados, dividido en tres plantas y con una superficie de parcela de 799 metros cuadrados. El edificio fue construido en 1930.
En el año 2021, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid declaró la casa como Bien de Interés Patrimonial (BIP) por su significación histórica, una figura que garantiza la conservación de su valor simbólico aunque no supone el máximo de catalogación que se reclamaba desde algunos sectores del mundo de la cultura.
El inmueble fue escenario de la vida y de la producción literaria del Premio Nobel, además de ser lugar de reunión de destacados miembros de la Generación del 27, otros escritores, artistas, intelectuales y políticos. Allí vivió el poeta hasta su fallecimiento en 1984, momento en el que empezó la decrepitud del inmueble. Las desavenencias entre los herederos (las familias Aleixandre y Usera Estirado) han abocado finalmente a la subasta judicial, que ya se había anunciado hace meses.
De esta manera, esta casa vuelve a estar a la venta tras las negociaciones fallidas con las instituciones para su adquisición. Fue en el año 2007 cuando se establecieron negociaciones con la por entonces ministra de Cultura Carmen Calvo, quien finalmente descartó la compra de la casa ante unas cifras exigidas por los herederos de Aleixandre “desorbitadas, impagables e injustificadas” para los recursos públicos.
En ese año, tanto el Ministerio de Cultura como la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se retiraron de las negociaciones al considerar que los 6'5 millones de euros solicitados por los familiares era una cifra excesiva. Por parte de la familia, Amaya Aleixandre, sobrina nieta del Nobel, declaraba entonces que la familia sería “flexible” en las negociaciones con las tres Administraciones para fijar un precio de venta del inmueble cercano a los precios de mercado que se barajan hoy en día.
En ese año, la portavoz de la familia Aleixandre reconocía que la venta del inmueble les corría cierta “prisa” ya que llevaban con este asunto varios años, al tiempo que consideraba que la cifra que podrían ofrecer las Administraciones estaría “muy por debajo” del precio de mercado.