La sala Manuel de Falla del Palacio de Longoria fue el lugar elegido para instalar la capilla ardiente de Ana Diosdado, fallecida este lunes mientras asistía a una reunión de la Junta Directiva de la SGAE en ese mismo edificio. Por expreso deseo de la familia, además de ayer de 16:00 a 21:00 horas, la capilla ardiente se ha vuelto a abrir hoy a las 9:00 horas.
En torno al féretro, a cuyos pies descansaba una corona de flores amarillas y blancas enviada por su hermano Enrique, se reunieron numerosas personalidades del teatro, la música y la televisión (Ernesto Caballero, Juan Carlos Rubio, Enrique Cornejo, Emilio Gutiérrez Caba, María José Goyanes, Amparo Larrañaga, Guillermo Montesinos, Iñaki Miramón, Antonio del Real, Miguel Ríos, Manuel de la Calva, Tontxu, Inma Serrano, entre otros.) y no pocos ciudadanos anónimos, que quisieron despedirse personalmente de ella.
El acto central de esta emotiva despedida fue la interpretación a piano de la popular sintonía de la serie de televisión Anillos de oro, de la mano de su compositor, Antón García Abril. La dramaturga Paloma Pedrero , amiga, compañera de profesión y colega en el colegio de Gran Derecho de la Junta Directiva de la SGAE, leyó una carta dedicada a la fallecida y otros autores y profesionales de las Artes Escénicas seleccionaron algunos de sus textos más conocidos para reproducirlos a viva voz.
A su llegada, el productor Enrique Cornejo destacaba la «alta calidad» de Ana Diosdado como «autora teatral». «Cada uno se quedará con lo mejor de ella, que ha sido mucho», señalaba. Por su parte, el actor Emilio Gutiérrez Caba apuntaba que no está especialmente «tocado» con su muerte porque cree «que ha hecho cosas maravillosas en su vida y que ha inspirado a los demás».
La actriz Amparo Larrañaga recordó «cómo estuvo ahí» cuando su padre y exmarido de Ana Diosdado, Carlos Larrañaga, estuvo enfermo. Los actores Fernando Chinarro, Manuel Galiana, Álvaro de Luna o Juan Diego también se acercaron a la sede de la SGAE para despedirse de la actriz y guionista.
El cantaor José Mercé y Juan José Carmona, compañeros de Diosdado en la Junta Directiva de la SGAE, explicaron cómo fue el momento del deceso y afirmaron no creerse todavía lo sucedido, pues aunque parecía cansada, hasta gastaba bromas. Nadie podía imaginar un desenlace tan trágico y en tan poco tiempo. Descanse en Paz.