Las obras de remodelación de la calle Augusto Figueroa han afectado a la mayoría de los árboles que ya estaban plantados en esa vía antes de la reforma. Aunque ninguno de ellos se ha secado, sí que presentan síntomas de necesitar cuidados para su supervivencia.
A pesar de la rudimentaria protección de su tronco, la intervención en los alcorques durante los trabajos provocaron el corte de parte de las raíces y la rotura de ramas, que han reducido el tamaño de las copas de los árboles y contribuido a la pérdida de vigor de las ramas que están sanas.
Tampoco han acompañado demasiado las elevadas temperaturas del verano, que han dejado aún más necesitados de agua a unos árboles que, a juzgar por el aspecto de las ramas, estarían ya de por sí faltos de riego.
Confiamos en que el Ayuntamiento tenga en cuenta los avisos de los vecinos del barrio que alertan de la necesidad de incrementar el agua de riego y procurarles los trabajos necesarios para la recuperación de los ejemplares afectados y evitar que se pierdan, como algunos de los de las calles Infantas y Reina.