Cuatro apartahoteles ocuparán terrenos de Hortaleza que Almeida vendió para dar nuevos servicios a los vecinos

Somos Madrid

18 de agosto de 2023 17:00 h

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Cuatro bloques dirigidos a viviendas y plazas hoteleras han empezado a transformar radicalmente la estampa del barrio de Las Cárcavas, en Hortaleza, la que en otro tiempo fue una zona de las zonas más humildes de la capital. El Ayuntamiento de Madrid que lidera José Luis Martínez-Almeida anunció en 2020 la venta estas terrenos, que permitían edificar casi 40.000 metros cuadrados.

El consistorio no tuvo ninguna oferta hasta 2022, según avanza Hortaleza Periódico Vecinal. Fue entonces cuando la promotora Effenberg, filial del grupo suizo de inversión inmobiliaria Stoneweg (mismo conglomerado detrás de las polémicas torres Skyline de Tetuán), adquirió los terrenos por 45 millones de euros para concentrar allí casi 600 apartahoteles de entre 30 y 60 metros cuadrados. La compañía se aprovecha de que el uso terciario al que se restringieron las parcelas en su venta permite la construcción de inmuebles destinados al hospedaje.

Este enfoque se aleja del objetivo anunciado por el Ejecutivo municipal con la venta de las parcelas, cuando la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villcacís, defendió la operación como “sentido común a favor del interés de los vecinos”. El área de Desarrollo Urbano que comandaba Mariano Fuentes (también de Ciudadanos) llegó a asegurar que se buscaba “la implantación de nuevos servicios dirigidos al conjunto de residentes de Valdedebas”.

Los edificios proyectados cuentan con hasta 12 plantas, cuando la gran mayoría de construcciones de los alrededores no superan los cuatro pisos, como detalla Ray Sánchez en su pieza para el medio vecinal de Hortaleza.

Muchos vecinos han protestado ante esta operación inmobiliaria a la que tachan de “especulación”. Su indignación se sustenta en dos motivos. Por un lado, la pérdida de una oportunidad para atajar la falta de distintos servicios en una zona de expansión residencial donde el crecimiento dotacional no ha sido equiparable.

Además, temen que las afectaciones de las obras y el posterior aumento del tráfico asociado al proyecto urbanístico mermen la movilidad en el entorno. Las vías de acceso a los futuros apartahoteles tienen solo un carril por sentido y la gran avenida de la zona ha perdido otro en cada dirección debido al trazado del nuevo Bus Rápido, impulsado no sin críticas por el consistorio madrileño para conectar Valdebebas con el hospital Ramón y Cajal.