Los peatones y conductores que suben cada día el paseo de Camoens desde el puente de los franceses pueden disfrutar de una de las vistas más majestuosas que ofrece una fuente en la capital de España. Se trata de la ubicada en la última glorieta antes de salir del Parque del Oeste y que desde 1994 homenajea allí al ilustre arquitecto Juan de Villanueva con un esbelto surtidor de 21 metros de altura, que deja caer el agua de forma suave sobre dos copas.
La vista va a desaparecer durante los próximos meses, debido a los trabajos que tiene previsto efectuar el Área de Obras y Equipamientos para reparar la sala de máquinas de la fuente, que se encuentra muy deteriorada. La intervención tiene como objetivo reparar los daños estructurales que sufre la sala, que presenta grietas con aberturas de notable consideración, así como desperfectos en los muros y en los asientos de la solera. Los trabajos, que finalizarán previsiblemente en la segunda mitad del año, cuentan con un presupuesto de 371.000 euros.
Aunque las actuaciones se van a centrar en la zona inferior del monumento y la fuente en sí no resultará afectada, esta va a ser protegida durante los trabajos mediante una estructura metálica, informa el Ayuntamiento en nota de prensa.
Los trabajos consistirán en la demolición de los bordillos y la estructura del cuarto existente, excavaciones y posteriores rellenos; desmontaje de las instalaciones hidráulica y eléctrica; ejecución del nuevo cuarto y reposición de la zona verde de la glorieta.
La fuente monumental Juan de Villanueva se inauguró en 1952 en honor al gran arquitecto, pero su ubicación original era la glorieta de San Vicente, donde ahora se encuentra situada la Puerta de San Vicente. El traslado a su emplazamiento actual tuvo lugar en 1995 debido a la reconstrucción de la mencionada glorieta. A su vez, originó el traslado de la fuente de La Fama de Pedro de Ribera, que allí se encontraba y que acabó junto al Museo de Historia.