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La futura estación de Chamartín albergará bóvedas, rascacielos y “balcones urbanos”: estas son sus imágenes

Adif ya ha elegido el diseño ganador para construir el futuro diseño de la estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor, que se caracterizará por tres elementos arquitectónicos claves: las bóvedas, las terrazas y tres torres de oficinas.

La propuesta presentada por Esteyco, UNStudio y b720 Arquitectura se ha hecho con la mejor puntuación del jurado, por lo que previsiblemente se adjudicará el contrato de hasta 24,5 millones de euros, una vez validada la documentación y aprobada por el consejo de administración de Adif en las próximas semanas.

El proyecto sucederá a las actuaciones que ya está abordando la empresa pública en la estación para duplicar la capacidad de la alta velocidad y el vestíbulo de viajeros, ordenar flujos, facilitar la conexión con otros transportes urbanos, maximizar vías y andenes destinados a Cercanías y la red de media y larga distancia y su conexión con el aeropuerto.

Según Adif, la propuesta ganadora respeta la memoria histórica de Chamartín, recuperando las bóvedas como elemento singular e identificador de la estación, al mismo tiempo que los balcones urbanos (terrazas escalonadas) generan permeabilidad con la ciudad como prolongación de los parques situados a ambos lados del complejo.

Tres rascacielos de oficinas

La solución arquitectónica mantiene la tipología de marquesinas individuales en los andenes y da prioridad a la visión directa entre los andenes y la ciudad. De esta forma, en parte, se traslada la representatividad de la estación a los edificios no ferroviarios, las tres torres.

Estas torres serán clave en la obtención de recursos económicos para el proyecto: se gestionarán de forma independiente al resto del complejo y alojarán oficinas. La más grande se elevará hasta casi los 50 pisos de altura, mientras que las otras dos se quedarán entre las 30 y las 38 plantas. Su presencia será imponente, aunque contarán con menos altura que las torres cercanas ya construidas al oeste de la estación.

“Desde los edificios --a modo de vigilantes atalayas del ferrocarril-- se podrá disfrutar del tren, mientras que los viajeros sentirán que han llegado al corazón de una ciudad próspera, moderna y acogedora”, defiende Adif.

La propuesta ha obtenido por unanimidad la puntuación más alta de los nueve diseños finalistas presentados por las principales firmas de ingeniería y arquitectura del mundo, y valorados por un jurado integrado por 16 miembros que ha considerado aspectos como la funcionalidad ferroviaria, comercial y terciaria, la viabilidad constructiva, la accesibilidad e integración en la ciudad, la sostenibilidad ambiental, social y arquitectura de género.