El Ayuntamiento de Madrid apuesta por extender el sistema de bonificaciones al transporte público que lleva operando más de dos años y que han dejando en el 40% el coste de los abonos para desplazarse por la región. El delegado de Movilidad, Borja Carabante, ha pedido expresamente al Ministerio de Transportes que mantenga los descuentos en el año 2025.
“Sería una mala noticia para el transporte público que esas bonificaciones se dejaran de aplicar”, ha dicho durante una entrevista en Telemadrid, en la que ha comentado varios temas de actualidad. Carabante considera que un hipotético incremento de precios hasta volver a las tarifas anteriores puede afectar “necesariamente a la demanda”, por lo que reclama una extensión de las subvenciones.
La mano derecha de Almeida en Cibeles ha defendido que para su gobierno “el transporte público es un instrumento de política social”, por lo que considera necesario aplicar políticas tarifarias que beneficien a colectivos que sean más vulnerables, y puso como ejemplo el abono gratuito para los mayores de 65 años.
También recordó que Madrid es un caso “distinto” que el resto de España y, recordando su anterior ocupación como consejero delegado de Metro, recordó que antes de las bonificaciones del Gobierno nacional ya se subvencionaba “el 80%” del coste real del servicio.
La extensión a las bonificaciones del transporte público es un coste que no afecta a las arcas del Ayuntamiento de Madrid, ya que actualmente lo soporta el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid. Ambas administraciones sufragan cada una el 30% de la rebaja en el coste de los abonos, lo que permite que se hayan mantenido las rebajas del 60% sobre el precio anterior a la Guerra de Ucrania.
Tanto Pedro Sánchez como Isabel Díaz Ayuso decidieron extender a 2024 las ayudas en la última semana del año 2023 y todo parece indicar que habrá que esperar hasta diciembre para conocer la decisión final del Ministerio de Transportes. De momento, Óscar Puente ha avanzado que se plantea acabar con la gratuidad del Cercanías y de los viajes de Media y Larga Distancia, pero se abre a mantenerla en el caso de los colectivos más vulnerables.
Para el usuario de los transportes en Madrid, si se eliminaran las ayudas actuales el billete de la zona A se encarecería desde los 21,80 euros actuales hasta los 54,60 euros. Y la recarga del bono de 10 subiría desde los 6,10 euros hasta los 12,20.