El Museo Reina Sofía quiere convertirse en un lugar más accesible, sostenible y “abierto al público” de lo que es en la actualidad y en ese empeño gastará 5,6 millones de euros, con los que reformará tres de sus espacios: las fachadas de su sede principal, la sede el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro y los espacios internos del muelle de carga así como los accesos y alrededores de la calle Hospital.
Esta última intervención, la más ambiciosa de todas, generará una plaza, un nuevo espacio urbano abierto hacia Lavapiés, según lo explicado en la presentación del proyecto por el arquitecto del museo, Rafael Hernández, y el director de la institución, Manuel Borja Villel.
Esta mejora creará un “territorio” en el que el museo no sea sólo “un contenedor de obras de arte, sino que también mire a los vecinos” y sea un punto de encuentro de los ciudadanos, objetivo por el que desde el Reina Sofía se lleva tiempo apostando con su participación en iniciativas como Museo Situado, desde la que aboga por “agujerear el museo” abriéndolo al lugar en el que se ubica y sus vecinos o en otras más puntuales como el Picnic de Barrio, en el que una vez al año cede los jardines del edificio Sabatini para un encuentro entre colectivos y asociaciones sociales de Lavapiés.
El acondicionamiento de las fachadas del Reina Sofía, con un perímetro total de 1.500 metros longitudinales, comenzará en la primavera de 2023 y durará aproximadamente dos años, con un coste de 1.815.000 euros.
La remodelación del edificio del Palacio de Velázquez dará comienzo en 2024, con una duración estimada de año y medio. Su presupuesto, 605.000 euros.
El resto del presupuesto, hasta llegar a los 5.687.000 euros, se empleará en la ya citada reforma del muelle de carga y en los alrededores de la calle Hospital.