El reelegido alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha puesto en negro sobre blanco la reorganización de su nuevo gobierno municipal con la publicación este lunes de la lista de delegados y, sobre todo, las atribuciones que asigna a cada área.
Los cambios principales tienen que ver con las dos figuras que salen reforzadas en su nuevo gobierno: por un lado está la nueva vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, que además de mantener el área de Seguridad y Emergencias asume también la parte de Vicealcaldía.
Entre las nuevas tareas que asume está la coordinación y supervisión de todos los distritos, además de encargarse de la participación ciudadana, la atención a la ciudadanía, la transparencia y los datos abiertos. A estas competencias, que ejerció en la pasada legislatura Villacís, se le suma las atribuciones de innovación digital y social, internacionalización, fondos europeos y cooperación al desarrollo. También mantendrá la portavocía municipal.
El otro concejal que sale con más atribuciones que en la anterior legislatura es Borja Carabante, que añadirá al área de Movilidad y Medio Ambiente la parte de Urbanismo (se elimina la etiqueta de Desarrollo Urbano), por lo que a sus actuales competencias se le suman el planeamiento y la gestión urbanística de la ciudad, licencias, control de la edificación y patrimonio municipal del suelo.
El 36% del presupuesto, en manos de Carabante
Carabante se convierte en un superdelegado que controlará 2.010,82 millones de euros a través de esta nueva gran área, el 36,2% del presupuesto municipal (5.541 millones) aprobado en 2022 y que actualmente sigue vigente al haber sido prorrogado por falta de acuerdo en la anterior legislatura.
Pese al ascenso en responsabilidades, Borja Carabante descargará parte de su trabajo al ceder la gestión de la Limpieza y las Zonas Verdes, que se convierte en una nueva área delegada en la que estará al frente José Antonio Martínez Páramo. En realidad, este nuevo edil -el último que entró en la lista de Almeida, con el número 29- ya ejerció como coordinador general de Medio Ambiente durante la pasada legislatura, a las órdenes de Carabante.
Otra de las partes que suelta el nuevo superdelegado con respecto a las atribuciones que le otorgó Almeida hace 4 años es la adscripción de la empresa Calle 30, que pasa a depender del área de Obras y Equipamientos, en la que continúa Paloma García Romero.
Por último, la nueva área de Políticas de Vivienda, que pilotará Álvaro González, pasará a tener adscrita la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), que orgánicamente antes dependía de Urbanismo.
El decreto con el que Almeida establece la nueva organización del Ayuntamiento de Madrid deja claro que el poder municipal residirá principalmente en el nuevo triunvirato establecido por el alcalde, ya que refuerza expresamente a Inmaculada Sanz y Borja Carabante como, respectivamente, primer y segundo teniente de Alcaldía. Esto significa que podrán sustituir las funciones del primer edil cuando el primer edil se ausente.