Mad Cool propone que la mayoría de su público acuda en coche a Villaverde en lugar de usar transporte colectivo

Diego Casado

14 de junio de 2023 22:06 h

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El autodenominado Nuevo recinto de festivales de Madrid acaba de nacer con una fuerte dependencia del coche. Más de la mitad de los asistentes al próximo Mad Cool elegirá su vehículo privado, taxi o VTC para llegar hasta el primer evento que acogerá este espacio para conciertos que se construye en Villaverde.

Los cálculos vienen de la propia organización de Mad Cool, que presentó una propuesta de movilidad al Ayuntamiento de Madrid en el que afirma que el 55% de los asistentes llegará en coche. Casi el 20% utilizará su propio vehículo privado, mientras que el 35% hará uso de los servicios de VTC o taxi, según los datos del plan de la organización presentado a los que ha tenido acceso este periódico, que todavía no es definitivo ni cuenta con el visto bueno municipal.

Mad Cool estima que podrán llegar a Villaverde hasta 5.580 coches particulares, debido a que considera que estarán libres el 90% de las plazas de aparcamiento de todo el polígono industrial de Villaverde y de la colonia Marconi. En total podrán llegar y marchar de la zona de esta forma unas 13.950 personas. Los accesos principales previstos serán por la M-45 y por la avenida de Andalucía, lo que en algunos momentos podría provocar retenciones y colapso en los accesos, según las fuentes consultadas por Somos Madrid.

En el caso de las llegadas y salidas en taxi y empresas de VTC, hay diferencias porque la organización ha propuesto ubicarlas en lugares distintos. Mientras que la parada para Uber (antigua patrocinadora del festival) o Cabify está en su plan a 700 metros, en la calle San Erasmo, la de taxis se sitúa al norte del polígono industrial, en la glorieta de Lozares. Este punto se encuentra a 1,4 kilómetros de la salida del Mad Cool, a casi 20 minutos de caminata. El doble de distancia para coger un taxi, pese a estar considerado un servicio público, que para llegar a un VTC.

Para el embarque en la zona de taxi la organización prevé disponer grupos de 8 vehículos, en los que se meterían los viajeros cada 30 segundos -según el plan de Mad Cool- lo que obligaría a contar con una abundante bolsa de taxis en una larga cola (superior al kilómetro), justo antes de la hora punta.

Las estaciones de transporte público se encuentran todavía más lejos que el taxi: la de Villaverde Alto, que será la que mayor volumen de viajeros concite por reunir la línea 3 de metro (la amarilla) y las C-4 y C-5 de Cercanías, está situada a un kilómetro y medio de la salida del Mad Cool. Algo más cerca -a un kilómetro- se encuentra la de San Cristóbal Industrial, a la que llega la línea C-3 de Cercanías.

El recinto de Villaverde se estrena este 2023 después del abandono de Valdebebas, donde el festival celebró sus tres últimas ediciones gracias a la cesión de los terrenos de Ifema. Esta vez, el evento ha adquirido los terrenos y piensa montar allí una sede estable de conciertos, con otras tres citas ya programadas para este verano. Pese a la dependencia mayoritaria del coche en el nuevo recinto, la organización de Mad Cool asegura que esta nueva ubicación “será más accesible para los asistentes al festival, gracias a la amplia red de transporte, facilitando así una movilidad responsable y sostenible”. 

Lanzaderas para la vuelta y posible colapso en los accesos

En el plan de movilidad presentado por Mad Cool al Ayuntamiento, la organización se apoya totalmente en los sistemas de transporte público existente para la llegada de público al festival, sin ofrecer medios alternativos propios ni habilitar ningún espacio para alojar la llegada de vehículos en sus 185.000 metros cuadrados de recinto. Para la vuelta sí que propone un servicio de buses-lanzadera del Ayuntamiento para la vuelta de madrugada, cuando las instalaciones de Metro y Cercanías se encuentren cerradas.

Estas lanzaderas partirán de la Gran Vía de Villaverde, a 20 minutos andando de la salida del Mad Cool, cerca de la parada de taxi prevista. Irán con dirección a Legazpi o a Atocha, en función de lo que finalmente acuerde la organización con el Ayuntamiento. Está por definir quién pagaría este transporte extra, ya que el plan presentado por el festival sugiere que lo haga el consistorio, pese a que el evento ya recibe más de dos millones de euros en subvenciones públicas de los gobiernos de Almeida y Ayuso.

Para facilitar la salida, Mad Cool ha pedido a la Comunidad de Madrid que efectúe una apertura especial del Metro en su línea 3, con un refuerzo de trenes desde la 1.00 hasta las 4.00 horas. Aunque el suburbano no suele abrir de forma excepcional, este festival consiguió que lo hiciera en el año 2018 con la apertura de la línea 8 durante todas las noches en las que se celebró el evento.

Fuentes de Consejería de Transportes confirman que sus técnicos están trabajando en la propuesta y que “habrá algún tipo de refuerzo”, pero que se concretará a medida que se acerque el evento. El festival también ha solicitado a Renfe la apertura durante la madrugada de la línea C-4 de Cercanías.

¿Se repetirán las imágenes de los atascos para llegar al Primavera Sound, esta vez en Villaverde? “El primer día, pueden colapsar los accesos por la M-45 y también el servicio de taxis y VTC tal y como están planteados”, explica Álvaro Fernández Heredia, concejal electo de Más Madrid y exgerente de la Empresa Municipal de Transportes. El futuro edil de la oposición cree que puede producirse un efecto llamada hacia la movilidad privada, especialmente en la primera jornada, al estar más lejanas todas las alternativas de transporte público.

Fernández Heredia cree también que la oferta de transporte para el desalojo del festival es insuficiente y las lanzaderas previstas se quedarán cortas para dar servicio a todas las personas que quieran volver a sus casas cuando finalicen los conciertos.

En cualquier caso, la propuesta de Mad Cool está todavía en estudio en el área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, que tendría que autorizar también la ocupación del espacio público para ubicar las lanzaderas nocturnas, así como el corte al tráfico solicitado en la avenida Real de Pinto, entre la glorieta de Lozares y el cruce con la calle Resina, para organizar el servicio de taxi. Fuentes municipales han indicado a Somos Madrid que el plan definitivo se dará a conocer más adelante, cuando se acerquen las fechas del festival, que tendrá lugar del 6 al 8 de julio.