Junto a un establecimiento tradicional como es la pescadería Salvadores, que lleva 80 años en la calle Espíritu Santo, acaba de abrir en Malasaña otro con toques de ciencia ficción, PainkillerX Hologram Store, la “primera tienda del mundo” en presentar sus productos a través de la llamada realidad aumentada. Pasado y futuro del comercio se dan la mano -puerta con puerta- en un presente en el que sorprende ver expuestas zapatillas voladoras gracias a la holografía, aunque seguro que sorprendería mucho más que fueran los pescaderos los que ofrecieran su género a través de imágenes tridimensionales en color. Tiempo al tiempo.
Cuando hace unos meses Montse Solé, propietaria ya de una tienda de moda urbana (streetwear, que dicen los modernos) y zapatillas deportivas (sneakers) en Malasaña decidió adquirir un pequeño local en una de las calles con más vida del barrio, como es Espíritu Santo, tuvo claro que no quería abrir una sucursal sin más de su otro establecimiento. En una apuesta por la innovación y la tecnología aplicada a las ventas encontró el elemento diferenciador que buscaba y que acaba de estrenar.
Para que se le encendiera esa bombilla fue clave su encuentro con Ximo Lizana -premio Nacional de Arte Contemporáneo (AECA), exdirector artístico de ARCO, profesor de la Universidad Europea de Madrid y mil cosas más-, que es quien ha dirigido todo este proyecto llamado a convertirse en toda una atracción para los viandantes y en referente para marketinianos, publicitarios, tecnólogos y artistas.
Las piezas más destacadas de exclusivas sneakers (seamos nosotros también modernos) tienen su holograma flotando en las paredes de PainKillerX como por arte de magia, aunque los responsables sean unos proyectores láser. Encapsuladas, irán renovándose a medida que vayan surgiendo nuevas colecciones. Paralelamente, en la tienda están físicamente los productos que se muestran en 3D y muchos otros. La novedad del sistema hace que merezca la pena acercarse a echarle un ojo.
“La mezcla de vanguardia, vintage y tradición que se da en el comercio de Malasaña crea un clima muy especial en la zona y es en parte responsable de que el barrio sea un lugar generador de tendencias, reconocido como tal no sólo en Madrid sino también en toda España”, comenta una Montse Solé tan alucinada con los hologramas de su tienda como cualquiera que se encuentra con ellos sin previo aviso y que destaca el hecho de que esta innovación se produzca en un pequeño establecimiento de proximidad y no en una franquicia o en una gran empresa.