Imagina comprar una obra del próximo Antonio López, en la calle, a cualquier hora del día, y por solo ocho euros. Parece una locura pero es lo que podría estar sucediendo en el número 11 de la calle Jesús del Valle, donde desde hace unos meses funciona el proyecto Arte 24 horas, una forma de vender obras inédita en España que ofrece a los viandantes auténticas gangas.
El concepto es sencillo pero muy innovador: una vez al mes, varios artistas colocan sus creaciones en dos de las filas de una máquina de refrescos, una exposición temporal que permite una venta directa al público durante el día y la noche, sin intermediarios. El precio único es de 8 euros y la obra original viene acompañada de un certificado de autenticidad.
“En el momento de caer y salir al exterior, la obra ya vale más de lo que ha pagado el comprador”, nos cuenta Mariana Leyva, la impulsora de la iniciativa y dueña de la tienda de vending de Jesús del Valle. No lo dice como una exageración: los artistas participantes en cada una de las muestras tienen carreras contrastadas y muchos exponen y venden obras de bastante más valor en diferentes galerías españolas. Lo que dejan en el interior de la máquina, junto a latas de refrescos o paquetes de condones, lo venden a un precio simbólico, que apenas cubre los gastos materiales.
Generosidad por parte de los artistas y también de la propia Mariana, que cede un espacio de sus máquinas para un producto que renta mucho menos que las latas de Coca Cola o las botellas de agua. Todo para “acercar el arte al público de la calle” de manera efectiva y directa, en una transacción que podría ser considerada una performance en sí misma.
Obras colombianas en el mes de ARCO
Las obras colocadas en la máquina por los artistas son seriadas o bien obras originales. El lugar ha dispensado ya decenas de acuarelas, impresiones, fotografías, retratos... de artistas como Rocío Plúas, Carolina Pingarrón, el colectivo El Banquete, Valeria Olguín, Ernesto Muñiz o Alfredo Esparza. Actualmente el original espacio expositivo lo comparten cuatro artistas colombianos, aprovechando que su país es la nación invitada este año a ARCO: Felipe Barragán, Rosario Fandiño, Paola Romero y la propia Mariana Leyva.
La apertura de la muestra tuvo lugar hace unos días y las obras ya están volando. “Cuando vienen a las inauguraciones, la gente se sorprende porque buscan un local de exposiciones y se encuentran con esto”, dice sonriendo Leyva, una colombiana que lleva seis años viviendo en España y que era hasta hace poco vecina de Malasaña.
Mientras las obras caen de la máquina expendedora, Mariana ya está preparando la siguiente muestra, abierta a todos los artistas interesados que contacten con ella a través de su página web. No hay requisitos temáticos para participar, aunque las propuestas pasan el filtro de la comisaria de la muestra, la propia Leyva. En cuanto a lo formal, la única obligatoriedad viene dada por su forma de ser entregadas al público: las obras deben caber en la máquina y no romperse al ser dispensadas.
Este es el vídeo de presentación de la iniciativa, grabado el pasado verano: