Unas vacaciones ideales en Gran Canaria

Llega el verano, el calor aprieta y caminar por Madrid puede conllevar a soportar hasta 42ºC durante sus meses más calurosos. Por ello, muchos viajeros enmarcan su destino a zonas alejadas de las provincias: las costas valencianas, las mediterráneas, Galicia, el sur y un viaje más allá de la península, en las Islas Canarias.

Gran Canaria, en concreto, cuenta incluso con una previsión de temperaturas máximas mucho más suaves que se repiten cada verano. Esto convierte la posibilidad de buscar vuelos a Gran Canaria para tener vacaciones en un destino turístico ideal, con un clima agradable que permite el disfrute de esta zona rica en biodiversidad. La isla tiene increíbles valores arqueológicos, naturales y etnográficos con la declaración de Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco, zonas aconsejadas para visitar en caso de querer cubrir en Camino de Santiago de Gran Canaria, a cuyo paso también se pueden contemplar restos de volcanes.

Hectáreas de naturaleza y mar

Junto a su amplia franja marina, sus dominios abarcan las 9.500 hectáreas en Artenara, Tejeda, Agaete y Gáldar como parte de un Paisaje Cultural, también dentro de la Reserva de la Biosfera, con 65.000 hectáreas por La Aldea de San Nicolás, Agaete, Mogán, Artenara, Tejeda, San Bartolomé de Tirajana y Vega de San Mateo. Cabe destacar su “templo perdido”, un marcador astronómico de Risco Caído: cavidad excavada por Barranco Hondo cuenta que consiste en una pequeña abertura sobre la bóveda por medio de la cual entra una mágica luz solar y lunar, algo que se puede disfrutar todas las noches de luna llena y, especialmente, en el solsticio de verano y el de invierno.

A esto se le añaden las maravillosas 35.000 hectáreas marinas: en torno a 60 kilómetros de playas en 236 kilómetros de costa, lo que complica a la hora de decidir qué playa visitar. Una apuesta segura por la mayoría de sus turistas suele ser Maspalomas y la línea que transcurre desde la Playa del Inglés hasta el gran faro de Maspalomas, traspasando su desierto de dunas. Al sur de Gran Canarias las aguas bañan la orilla de Puerto Rico, zona costera de un increíble clima suave, repartido por los doce meses y que, junto a la próxima playa de Amadores, lo convierte en uno de los lugares con mejor clima de todo el país. Esta última playa se suma a otras familiares y tranquilas, como la del Puerto de Mogán y San Agustín.

Una apuesta segura es, por tanto, volar a Gran Canaria en cualquier estación: verano, para refrescar las maltratadas cabezas; invierno, para suavizar el frío entre sus paraísos vegetales, o bien en los equinocios de otoño y primavera, coincidiendo con alguna luna llena para coincidir con un entorno mágico y confortable. “Los que al cruzar el Atlántico os detengáis un momento en este mesón puesto en una encrucijada de camino de los pueblos, no dejéis de echar pie a tierra en él y si disponéis de tiempo internaos en la isla”, relataba en sus días, sin ir más lejos, el mismísimo Unamuno. Eso sí: mejor mirar fechas con tiempo para encontrar vuelos más económicos a Gran Canaria (si se pillan con meses de antelación, siempre se puede alcanzar alguna oferta inferior, incluso, a 70 euros).