Corre a ver la exposición sobre Meccano en el Conde Duque

Solo tenemos hasta este domingo, 14 de enero, para acercarnos a disfrutar como niños de la exposición Mecano, más de un siglo de ingeniería en miniatura en la Sala de Bóvedas del Conde Duque.

En la muestra, uno puede encontrar más de un centenar de modelos construidos con Meccano, y otros sistemas de construcciones similares, por miembros de la Asociación Cultural Española de Aficionados a los Mecanos (ACEAM).

Al fondo de la sala, por cierto, hay una mesa taller donde es muy posible que los encuentres manos a la obra, reparando y construyendo nuevos ingenios mecánicos. En este mismo espacio también pueden jugar los niños, produciéndose un interesante encuentro intergeneracional entre los jubilados aficionados al Mecanno y la generación de sus nietos.

Nada más entrar a la sala, el visitante se topa con la noria de Viena, el caballo de Troya y otros grandes ingenios en gran tamaño. La exposición no se pierde en complejidades, se ofrecen reproducciones mecánicas hechas con las características piezas metálicas que van desde locomotoras históricas a personajes de Star Wars.

En 1901, Frank Hornby, un oficinista de la industrial Liverpool, patentó un juguete llamado Mechanics Made Easy que se basaba en los principios de la ingeniería mecánica. Con tiras, placas, vigas de metal perforado, ruedas, poleas, engranajes, collares y ejes para mecanismos y movimiento; y tuercas, pernos y tornillos de fijación para conectar las piezas. Todo un ingenio cuya afición se ha prolongado a través de las diferentes generaciones, pasando de ser una marca comercial –que sigue siendo– a un tipo de juego.

En España Meccano se empezó a comercializar en la década de los veinte con piezas importadas de Inglaterra, aunque pronto se empezó a fabricar en Barcelona una imitación llamada METALIG que en la década de los 30 llegaría a un acuerdo con la casa matriz para fabricar y comercializar Meccano en nuestro país. Como curiosidad, cabe decir que en España no llegaron todas las novedades del original y se mantuvo el esquema de color rojo y verde de los comienzos hasta los años sesenta (no sucedía ya así en Gran Bretaña).

La única pega que tiene Mecano, más de un siglo de ingeniería en miniatura, es que los responsables de la exposición nos piden que contengamos las ganas de tocar las piezas. No podía ser de otra manera, pero se hace complicado.