Cuando el agente Peña trabajaba de gogó en la Sala Morocco
Pedro Pascal está de moda en España. El protagonista de la serie Narcos pasó hace unos días por Madrid para presentar su última película, la segunda parte de Kingsman. Mientras, su bigote adorna estos días las marquesinas de los autobuses de la capital para anunciar el nuevo perfume de Loewe.
No era la primera vez que el agente Peña venía a esta ciudad. Lo hizo cuando era mucho más joven, en 1996, para terminar un estudio de antropología que estaba elaborando para la Universidad de Nueva York, cuenta a LOC. Al terminarlo, se quedó dos meses más en Madrid, para vivirla al máximo.
“Me enamoré de la noche, del día, tenía trabajo por la noche. Era gogó. Qué pena que no tengo una foto, iba con el pelo plateado, jersey de fútbol y sneakers de plataforma”, contó también durante su paso por el programa de televisión de El Hormiguero.
Uno de los lugares donde bailaba profesionalmente era la Sala Morocco, en la calle Marqués de Leganés. Allí participaba en las fiestas House of Devotion, que por entonces se celebraban los jueves. Y allí coincidió con el malogrado David Delfín, que también bailaba y del que se hizo amigo. Al igual que de Antonia San Juan.
El actor chileno, que se dio a conocer para el gran público gracias a su papel del príncipe Oberyn en Juego de Tronos, confiesa que perdió el contacto de todas las personas que conoció durante su efímera juventud madrileña, pero confía en que su buena relación con Javier Cámara -“él conoce a todo el mundo”, explica- le facilite el reencuentro.
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