El pasado mes de octubre, los servicios municipales se afanaron en arreglar en tiempo récord el enorme socavón que apareció en la calle San Vicente Ferrer, después de que se viniera abajo el adoquinado en mal estado. La actuación fue rápida y la calle estuvo cortada un par de semanas por varias vallas que el Ayuntamiento colocó para regular el tráfico.
Una vez acabado el incidente, los operarios retiraron los materiales y las vallas... pero se dejaron tres, que quedaron apartadas en la esquina con la calle San Andrés, junto a la histórica Farmacia Juanse, por motivos que desconocemos. Y ahí se quedaron hasta un mes y medio después, cuando este periódico avisó del despiste municipal.
La publicación de la denuncia en Somos Malasaña motivó la apertura de un aviso de recogida en el sistema del Ayuntamiento, el 5889604. Dicho número permite hacer un seguimiento del caso que han hecho los servicios municipales a los avisos ciudadanos. Esto es lo que sucede cuando, cuatro meses después del incidente, se consulta por la incidencia en el sistema del consistorio:
Desconocemos cuántos meses más puede dejar el Ayuntamiento y qué retraso tienen los servicios municipales en su sistema de avisos. Hace dos meses bromeábamos sobre si el consistorio se había despistado a la hora de recoger el material o se estaba adelantando a la previsión de obras del verano que viene. A este paso, lo mismo la chanza se convierte en realidad.