Los inquilinos de las 116 casas del distrito Centro en alquiler social (parte de ellas en Madera 24-26) siguen en el limbo inmobiliario. Ana Botella indicó en el pleno municipal del 19 de diciembre que había dado orden a Urbanismo que que “procediera a ofrecer esas viviendas a sus actuales inquilinos para que las ocupen en propiedad”. Hoy, los vecinos denuncian que ningún representante de la Empresa Municipal de Vivienda (EMV) se ha puesto en contacto con ellos para venderles la casa que ocupan.
“Hemos tratado de dirigirnos a la EMVS y hemos recibido la callada por respuesta, parece que se han enrocado en la posición de no dialogar con los vecinos y dejar pasar el tiempo”, explica en una nota de prensa Alberto Romeral, presidente de la plataforma Yo no me voy, que agrupa a los vecinos afectados. También reclaman que se ofrezcan alquileres indefinidos además de la posibilidad de adquisición de la vivienda, puesto que en 40 de las casas habitan personas mayores de 70 años, para los que la compra no es una opción.
El Ayuntamiento había intentado antes la venta de los cinco inmuebles en los que se encuentran todas las viviendas a una corporación empresarial, que se acabó desvinculando de la operación cuando sus condiciones saltaron a la prensa.
La plataforma denuncia también que los vecinos cuyo contrato debía actualizarse en diciembre (aseguran que legalmente tienen derecho a ello) no han recibido noticias del Ayuntamiento y tampoco han podido abonar el alquiler de enero, ni siquiera en las oficinas de la EMV, donde sus trabajadores “han rechazado asegurando que no están autorizados”, explican.
Pese al escaso apoyo municipal, las agrupaciones de IU y del PSOE de Centro han prestado su acción política a los más de cien inquilinos de estos cinco edificios municipales. Los socialistas presentaron en diciembre una propuesta para que la EMV desistiera en su intento de venta y prorrogara con carácter indefinido la vigencia de los contratos, iniciativa que fue rechazada con los votos del PP.
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