Las escaleras de Malasaña que atrapan a los VTC cuando irrumpen en zona peatonal

Diego Casado

10 de octubre de 2023 13:12 h

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En pleno centro de Madrid existe un punto negro para el tráfico, especialmente para los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) que atraviesan Malasaña y que hasta en cinco ocasiones han acabado accidentándose en él. Se trata de las escaleras de acceso al foso de la plaza Dos de Mayo, situadas en su parte sur, donde este martes por la mañana quedó atrapado el último coche en caer por ellas.

El accidente se produjo al girar la conductora de este vehículo a la izquierda desde la calle Palma, siguiendo probablemente las instrucciones de su GPS, que sugiere el giro por la calle San Andrés, en el cruce siguiente. Pero se metió en el tramo peatonal de la calle Dos de Mayo y siguió avanzando hasta resbalar por las escaleras. Al parecer, ningún transeúnte resultó herido en el accidente del coche, que prestaba servicio para Cabify.

Se trata de la quinta vez que un vehículo de este tipo acaba cayendo por estas escaleras desde el año 2018. Somos Malasaña tiene documentados otros dos accidentes de VTC allí: uno en noviembre de ese año (que no aparece en los registros del Ayuntamiento de Madrid) y otro el mes de abril de 2019. Además, los partes municipales indican que se produjeron dos más, en abril de 2022 y en marzo de este mismo año. Todos los siniestros anteriores se produjeron de noche, excepto el de este martes.

Para llegar a estas escaleras, cada conductor accidentado tuvo que atravesar unos 40 metros de zona peatonal, totalmente restringida a los vehículos a motor. Sin embargo, ninguna estructura similar impide que irrumpa en esta zona, situada a escasos metros de una escuela infantil, un colegio y un centro social municipal.

Debido a esta carencia de restricciones físicas el espacio es ocupado habitualmente por coches, furgonetas y camiones de reparto, llegando a bloquear en ocasiones el acceso a pie y haciendo peligroso un tránsito frecuentado por niños y familias con bebés, camino de los centros antes citados.

El Ayuntamiento de Madrid colocó varios bolardos allí hace dos años, pero los volvió a serrar a las tres semanas para ejecutar unas obras en la plaza que se extendieron hasta el pasado mes de septiembre. Los trabajos terminaron, pero los bolardos nunca volvieron.