Si existe un director de cine en el olimpo de los clásicos indiscutible para todos los públicos ese es Alfred Hitchcock. Hasta tal punto su figura forma parte de la cultura popular del siglo XX que –literalmente- su silueta es tan conocida como los principales títulos de su filmografía. Una figura de fama casi populista que, sin embargo, cuenta también con el aplauso unánime de la crítica, al menos desde la puesta en valor que hiciera François Truffaut en los sesenta.
El miércoles 5 de octubre se ha inaugurado en el Espacio Fundación Telefónica una exposición sobre el director inglés comisariada por Pablo Llorca. Alfred Hitchcock. Más allá del suspense propone un recorrido por la vida y obra de Alfred Hitchcock, así como por sus colaboradores, iconos, actrices fetiche y por su época.
La muestra es, como es habitual en este espacio, muy plástica, aunque se echa en falta el despliegue y la imaginación de aventuras anteriores, como los abordajes a las figuras de Tesla y Julio Verne. El pilar fundamental es la imagen en movimiento, con numerosas pantallas que nos enseñan escenas de las distintas etapas del autor que no necesitan contextualización: nos gusta verlas precisamente porque las conocemos mucho. Hay revistas de la época, story boards, carteles…pero no tantos ni tan ricos como para saciar la sed del espectador más exigente.
La pieza más interesante de la exposición es una instalación de pájaros negros que muestra corpóreamente la técnica de superposición de figuras empleada por Hitchcock en Los pájaros. Una solución simple y efectiva que recuerda otras instalaciones originales en muestras anteriores de la casa -como las ya citadas de Tesla o del universo Julio Verne-, que hace pensar que la exposición hubiera ganado con más riesgo ¿O quizá con más medios? Pero pese a que a Hitchcock. Más allá del suspense le pesa el problema de no ir más allá de los esperable, se trata de un paseo agradable por la figura del autor de Rebeca.
La exposición llega acompañada de un programa de talleres gratuitos y actividades paralelas, como es costumbre en la Fundación Telefónica. Además, los martes (12 y 18 h.), miércoles (18 h.) y sábados (12 h.) hay visitas comentadas a la exposición.