La portada de mañana
Acceder
Feijóo y Ayuso, aliados contra el fiscal general
EXCLUSIVA | 88 millones de RTVE para el cine español
OPINIÓN | 'Lo diga el porquero o el rey', por Elisa Beni

La 'okupación' del 'Diario Informaciones'

Durante los últimos años Malasaña y el movimiento de 'okupación' están estrechamente ligados. La intensa actividad generada alrededor de los dos Patios, primero en la calle del Acuerdo y ahora en Pez 21, y las 'okupaciones' del solar de Antonio Grilo y de los inmuebles de Corredera y Barco, han llevado la palabra okupa a la primera página informativa de un barrio que tenía gran tradición de movimiento vecinal. No cabe duda de que se ha escrito a este respecto una nueva página. El Patio se recordará como se recuerdan otros nombres míticos de su especie (Minuesa, Seco o El Laboratorio), y Malasaña será –como hasta ahora lo habían sido Lavapiés o Tetuán- un barrio ligado a la 'okupación'.

Cabe buscar un antecedente en la pequeña historia de la 'okupación' en el barrio, un episodio breve que, sin embargo, fue muy sonado en su momento y que ha quedado como un pequeño hito en la historia de las 'okupaciones' de los años ochenta: la 'okupación' del diario Informaciones.

El Informaciones fue ante todo un periódico acomodaticio: afín a Primo de Rivera durante la dictadura, republicano brevemente a partir de 1931, franquista durante el franquismo y portador del periodismo más moderno en los años previos a la Transición . Muy ligado a los grandes nombres de la banca española, fundado por Juan March en 1922 y comprado por un grupo financiero liderado por Emilio Botín en 1967, no pudo sin embargo vadear los embites de la economía de los primeros ochenta y tras varias suspensiones de pagos (y conflictos laborales) paró las máquinas en 1982.

En sus páginas firmaron desde Juan Pujol, quien fuera su director y que llevó al periódico a una línea cercana al nazismo, hasta Iñaki Gabilondo o Forges en la última época.

Luis Carandell lo

recordaba así:

“La Redacción y los talleres estaban en un viejo caserón de la calle de San Roque, junto al convento de San Plácido, con sus historias y leyendas reales de amor y muerte. Hace algún tiempo fue adquirido por una empresa de nuevas tecnologías, Coritel, que todos los años organiza una cena con los antiguos redactores del diario, para entroncar las nuevas técnicas con el viejo periodismo

Hoy, la entrada al edificio se hace por la calle de la Madera Baja y ha sido transformado de modo que apenas se reconocería la gran sala medio destartalada donde se encontraba la Redacción. Aquel lugar en el que, a las tres de la madrugada de aquel 20-N, recibimos “el telegrama del siglo”.

En el lugar antes del Informaciones estuvieron el teatro Calderón de la Barca y las redacciones de otros dos diarios, El País y La Libertad. Hoy, en su lugar se encuentra el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía.

El 14 de diciembre de 1987 un grupo de 50 okupas entró en el antiguo periódico, cerrado a cal y canto cinco años atrás. Se trató de una 'okupación' reivindicativa, que pretendía llamar la atención sobre la falta de espacios sociales en el barrio. No duró ni 24 horas antes de que la policía les desalojara con una orden judicial de “desorden público”,

sin ni siquiera una denuncia del propietario. Sin embargo, la okupación tuvo un fuerte significado simbólico como bisagra a partir de la cual el movimiento de 'okupación' se replanteó la necesidad de perfeccionar tácticas.

La breve historia de esta' okupación' está ligada también, por cierto, a la de un local mítico de la calle de la Madera que recientemente ha visto peligrar su continuidad, el Marx Madera, que los 'okupas' utilizaron como lugar de reunión.

De entonces a esta parte el movimiento de 'okupación' ha cambiado mucho, se han abierto y cerrado decenas de Centros Sociales Okupados y vista con perspectiva la 'okupación' del Informaciones podría parecer un episodio sin mucha importancia, equiparable quizás a la que, sin salir del barrio, se hizo hace poco en los Cines Luna también durante un breve espacio de tiempo. Sin embargo, en los momentos en los que la 'okupación' aún empezaba a rodar en España, supuso un pequeño hito .