Encontrar una oveja gigante a la altura de un tercer piso, entre dos balcones, no es que sea algo muy habitual pero entra dentro de lo posible en un barrio como el nuestro, por el que hay que caminar con los ojos bien abiertos para no perderse guiños como éste, que surgen al paso del visitante aquí y allá, sin porqués ni avisos previos. La oveja del tercero no es una novedad. Lleva meses entre nosotros. Existe realmente. No es un producto del 'Photoshop'. Prueba a buscarla en Molino de Viento.
El autor de la obra es Tastouz!, quien ha sembrado de ovejas la ciudad, según nos cuentan desde el blog Escrito en la pared.