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Malasaña es el barrio “más habitable” de Madrid, según un estudio

Un algoritmo entrenado por 3.200 personas ha llegado a la conclusión de que la zona más habitable de Madrid -a nivel de urbanismo- es su centro y, dentro de este, el barrio de Malasaña. Este lugar es el que concita las características más valoradas para vivir en él, como estar ubicados en el corazón de la ciudad, contar con gran densidad de habitantes, tener edificios antiguos y bien conservados, además de albergar espacios de uso público y comerciales.

El estudio, enmarcado dentro del festival Imperdible_03, colocó a los participantes en este experimento ante 70.000 fotos de las calles de Madrid. Cada encuestado tenía que elegir, en parejas de dos imágenes, su espacio “más habitable” de la ciudad. De esta forma, el algoritmo (al que se puso Arturo de nombre, en homenaje al urbanista Arturo Soria) iba aprendiendo qué aspectos de Madrid valoraban más las personas participantes en el estudio. En función de estos criterios urbanísticos y de 50 parámetros prediseñados, Arturo estableció un mapa de habitabilidad de Madrid. Es importante señalar que el estudio no tiene en cuenta aspectos fundamentales a la hora de elegir un barrio para vivir como los precios de la vivienda, la limpieza, el grado de ocupación turística y el volumen de coches o peatones en las calles, entre otros.

Además de Malasaña, el otro barrio con un urbanismo más interesante para vivir es el de los alrededores de Sol, seguido de Chueca, Letras y Palacio. A mayor distancia se encuentran los barrios de Trafalgar y Almagro, en Chamberí, Argüelles, Lavapiés, Recoletos y Goya, estos dos últimos en el barrio de Salamanca. En un nivel inferior se encuentran Gaztambide, Arapiles, Jerónimos, Pacífico, Castellana, Lista, El Viso, Nueva España y Bellas Vistas.

El análisis refleja diferencias de criterio en función, por ejemplo, de la edad o el lugar de residencia de los participantes. Así, mientras que los menores de 40 años muestran con sus elecciones una mayor predisposición a vivir en la zona centro (Puerta del Sol y Carrera de San Jerónimo), los que superan esa edad se retratan como más propensos a alejarse del casco antiguo. Los participantes en el experimento que no residen en Madrid capital (más de la mitad de la muestra) muestran a su vez más inclinación a vivir en barrios del centro (Malasaña y Lavapiés) que los que residen en la ciudad, quienes se decantan por las condiciones que ofrecen las áreas de Recoletos y Castellana.

Este experimento de aprendizaje automático ha sido desarrollado por el estudio de urbanismo 300.000 km/s, en el marco del evento antes citado, dedicado este año a explorar las relaciones entre las ciudades y la innovación.