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El marido de Esperanza Aguirre prometió por carta retrasar un año el cierre del colegio que ahora clausurará su hermandad

“Les confirmo que nos daremos todos un año más y así trabajar juntos en la búsqueda de la mejor solución posible (...) les deseo a todos, alumnos padres y profesores una muy Feliz y Santa Navidad con todo nuestro cariño”. Así acababa la carta con la que el hermano mayor y máximo dirigente de la Hermandad del Refugio, Fernando Ramírez de Haro, quería calmar los ánimos en las familias del colegio Purísima Concepción, indignadas al comunicarles que el centro escolar cerraría en junio de 2023 después de 300 años de funcionamiento en el barrio de Malasaña.

La misiva fue enviada el pasado 23 de diciembre, justo antes de las fiestas de Navidad y unas semanas después de que la hermandad religiosa hubiera decidido cerrar este colegio concertado. El objetivo del Ramírez de Haro, esposo de Esperanza Aguirre, era aplacar a las familias, enfurecidas después de una reunión en la que mostraron su indignación por la decisión de una institución que dejará sin alternativas a más de 250 alumnos.

“En nuestra reunión del viernes pudimos escuchar a los padres extensamente, lo cual nos proporcionó una mejor información para poder considerar en profundidad la situación que tenemos todos y que nos apena profundamente”, escribía el presidente de la Hermandad en el arranque carta, a la que ha tenido acceso Somos Malasaña.

El conde de Bornos dice que a la Hermandad “le apena esta situación” y la achaca a “la inadecuación del edificio” -las razones esgrimidas tienen que ver con problemas estructurales y la necesidad de obras de reparación- y al “coste económico” que una institución como la suya “con pocos recursos apenas puede soportar”.

Sin embargo, madres y padres denuncian la dejadez de la organización durante estos últimos años en lo que al mantenimiento del inmueble se refiere. Sospechan que incluso pudo ser premeditada, de forma que la dirección de la institución pudiese apelar ahora a este motivo para acabar con el colegio. Amparan su teoría en la búsqueda de un nuevo uso al recinto por parte de la Hermandad y en la continuidad de la actividad en la iglesia de San Antonio de los Alemanes (perteneciente a la misma estructura).

En la epístola, Ramírez de Haro asegura por contra que el cierre no se debe a “la falta de ganas y compromiso de continuar con este proyecto educativo que nos emociona”. Prometía así retrasar un año el cierre, hasta el verano de 2024, porque declaraba que los hermanos “estamos plenamente comprometidos con ayudar a proveer de una educación cimentada en valores cristianos para alumnos menos favorecidos económicamente”. Pero la promesa se quedó en eso.

La palabra del Conde de Bornos solo aguantó las navidades. A la vuelta de las fiestas y siempre según la versión de las familias llamó al Ampa para desdecirse del contenido de la carta y advertir que la decisión tomada era irrevocable: no se han abierto matrículas para el nuevo curso y en verano el Purísima Concepción cerraría para siempre. Fue entonces cuando las madres y padres de alumnos de este centro estallaron, colocando varias pancartas en la fachada y convocando una manifestación para el próximo 3 de febrero.

Las familias del colegio: “No nos creemos nada”

El padre de uno de los niños afectados sostiene en conversación con este medio que hay una razón clara para que Ramírez de Haro haya reculado en esta ampliación: “Están actuando con prisa antes de las autonómicas por si hay un cambio de Gobierno, para que no se les acabe el chollo si llegara el caso”. Cree que “si cuando se celebren las elecciones está todo firmado y atado ya no hay vuelta atrás”. No en vano, la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dio sus primeros pasos en política de la mano de Esperanza Aguirre.

Además de la prórroga, reclaman que Ramírez de Haro cumpla otro compromiso que incluye en la carta: “Velar por los alumnos (y sus padres) para que sigan recibiendo la mejor educación posible y con el mayor grado de satisfacción posible por todas las partes implicadas: alumnos, padres, profesores y hermanos de nuestra Hermandad”.

Están actuando con prisa antes de las autonómicas por si hay un cambio de Gobierno, para que no se les acabe el chollo si llegara el caso. Si cuando se celebren las elecciones está todo firmado y atado ya no hay vuelta atrás

Las familias movilizadas defienden que el único centro que se ha ofrecido como alternativa, las Mercedarias, es mucho menos asequible económicamente. En el Purísima Concepción la matrícula es de apenas 65 euros en un único pago, sin unas mensualidades añadidas que sí existen en ese otro colegio. Además, como reconoce en un documento de su propia web, alojar a todos los estudiantes desplazados supondría un aumento del ratio por clase que contraviene su modelo.

Según los afectados tampoco hay rastro de esa búsqueda de satisfacción en cuanto al profesorado: los responsables de la Hermandad han rechazado una petición del Ampa en la que les solicitaban interceder para facilitar el traslado del profesorado a los nuevos centros que acojan a sus hijas e hijos. Ni siquiera intervendrán, cuentan algunas madres y padres, para buscar una posible continuidad del personal docente especializado que hasta ahora trata a niñas y niñas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) en un aula enfocada a ello del Purísima Concepción.

En palabras de una de las madres que se ha sumado a las protestas, la organización también “se desentiende” de la Fundación Escuela Teresiana, a la que pertenecen las monjas implicadas en el día a día del colegio, que no han tenido constancia de todo este proceso hasta que le fue comunicado al resto de partes. No en vano, otro progenitor afirma que la Junta de Gobierno de la Hermandad ni siquiera está teniendo en cuenta al resto de miembros, que “desconocen” los entresijos del proceso y “no dejarían que pasara” de estar al tanto de todos los detalles: “No saben lo que está tramando la directiva”.

Esta visión choca diametralmente con el argumento esgrimido por Ramírez de Haro para desdecirse. Según Laura Pérez, del Ampa del colegio, “el hermano mayor nos dijo en enero que retiraba la propuesta porque la sometieron a votación con todos los hermanos y decidieron que no estaban de acuerdo con seguir”. Tantas idas y venidas han colmado la paciencia de las familias: “Nos sentimos engañados y ya nos creemos nada”, sentencia un padre.

Sin comunicación oficial del cierre a la Comunidad de Madrid

En paralelo a las críticas y las protestas, la clausura del Purísima Concepción sigue su curso. Sin embargo, el proceso podría encontrarse aún en un estado embrionario. Fuentes de la Consejería de Educación confirman a Somos Malasaña que no han recibido “ninguna comunicación oficial sobre el cierre de este colegio”. Matizan que la posibilidad “se ha tratado” en algunas reuniones con sus dirigentes, sin especificar cuándo se produjeron dichas conversaciones. “Al tratarse de un centro de titularidad privada, la Consejería de Educación no tiene la potestad de evitar el cierre si así lo deciden los propietarios”, añaden.

Este periódico se ha puesto en contacto con la Hermandad del Refugio a través de llamadas y correos electrónicos, pero sus representantes han decidido hasta el momento no dar su versión de los hechos.