En pleno estado de alarma por la epidemia del coronavirus, hay noticias que pasan casi desapercibidas. Incluso las que implican muertes. Como la que ocurrió este viernes en la Plaza del Dos de Mayo: una de las personas que habitualmente dormía al raso en esta zona falleció allí a mitad del día, al parecer sin mediar violencia, por un paro cardíaco.
El estado de confinamiento que vive el barrio ha impedido a este periódico recabar detalles importantes del luctuoso suceso como la edad o identidad del fallecido o una mínima descripción física. Sabemos que la muerte se certificó a las 15.35 y que los sanitarios de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid habían intentado antes reanimar al fallecido, al que encontraron en parada cardiorespiratoria, informan fuentes del cuerpo a este periódico.
Los servicios de emergencias acudieron a la zona después de la llamada de la Policía, que fue la primera que alertó de la situación en un lugar y a una hora en la que un viernes normal habría estado presente mucha gente en la plaza. Pero el 20 de marzo solo estaba abierta a esa hora la farmacia, cuyo personal confirmó a Somos Malasaña los hechos, pero no pudo dar más detalles porque no salió al exterior.
Fue un vecino del barrio el que avisó a la Policía, cuando bajó a la farmacia y se encontró a un hombre con gorro sentado en el banco cercano, con la cabeza entre las piernas, sin moverse. Le habló pero no recibió respuesta alguna, ni gestos. En ese momento decidió llamar a los agentes, que acudieron rápidamente, junto a los servicios de emergencia que certificaron el fallecimiento. Se desconoce cuánto tiempo llevaba en la plaza.