Cambiar adoquines por asfalto para soportar el tráfico pesado de Madrid: el Ayuntamiento reforma Montera y San Andrés

Adiós a los adoquines y a las losa de granito en algunas calles del corazón de Madrid. El Ayuntamiento ha decidido extender el experimento de asfaltar algunas calles con este tipo de pavimento. En concreto lo hará en la calle San Andrés, que atraviesa uno de los laterales de la plaza del Dos de Mayo, en Malasaña, y también cubrirá con un nuevo tipo de compuesto la calle Montera, en plena reforma.

Ambas vías soportan tráfico pesado durante varias horas al día: “El objetivo es mejorar el mantenimiento de estos firmes, ya que los que había hasta ahora resultaban poco adecuados para el paso de vehículos de carga y descarga”, explican desde el área de Obras. En la calle de Malasaña, donde estos días se están levantando todos los adoquines, se colocará asfalto impreso, una solución que se experimentó hace unos meses en la calle Gravina (Chueca). La calle Cruz, también en el distrito Centro, fue renovada de la misma forma durante la etapa de Manuela Carmena como alcaldesa.

El asfaltado previsto es similar en composición al tradicional en cualquier carretera, aunque con un acabado que simula el adoquinado mediante líneas paralelas y perpendiculares, que se imprimen sobre el suelo. Al contar con mayor resistencia evitará la aparición de agujeros y hundimientos del firme por el peso de los camiones de reparto, como ya sucedió en calles cercanas hace unos meses.

El resultado final de esta intervención se puede observar ya a día de hoy en la cercana calle Barco (en imagen, sobre estas líneas), donde las obras de levantamiento del adoquinado y la sustitución del firme por asfalto impreso son una realidad desde hace unos días.

Microaglomerado en Montera

En el caso de la calle Montera, la ejecución técnica será distinta aunque el problema que intenta solucionar es el mismo. Las obras todavía no han acabado en la zona y cuando lo hagan se sustituirá el el pavimento de losas y adoquines de granito gris “por microaglomerado con árido granítico en las zonas que deben canalizar preferentemente el tráfico de los vehículos autorizados, la franja central y las intersecciones”, apuntan desde el área de Obras.

El Ayuntamiento destaca que con la intervención “se reducirá el ruido de rodadura producido por los vehículos y se incrementará la comodidad del tránsito peatonal al tratarse de un pavimento sin juntas”, señalan sus fuentes a Somos Malasaña. También insisten que en este ámbito la calle seguirá como peatonal: “Ni el coche recupera espacio ni el peatón lo pierde porque Montera sigue siendo lo que era”.

La nueva capa de microaglomerado se extenderá a lo largo de toda esta calle, que enlaza la Gran Vía con la Puerta del Sol. Los trabajos de asfaltado van a ser sufragados a partes iguales por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, tienen un coste de 1,5 millones y las obras finalizarán cuando acaben los trabajos del gobierno regional en el intercambiador de la estación de Gran Vía, que según las últimas previsiones estará listo el próximo mes de julio.

¿Más calles de Centro sin adoquines?

Las calles San Andrés y Barco son parte de las 49 del listado de vías del distrito Centro que se incluyen en la Operación Asfalto 2021, con la que el área de Obras quiere paliar los efectos que el temporal Filomena dejó en las calzadas madrileñas (ver listado al final). Algunas de ellas como Abada o Ave María cuentan actualmente con adoquines, aunque el consistorio no ha detallado si los sustituirá por asfaltado impreso.

En toda la ciudad se acometerán trabajos sobre 965 calles (168 más que en 2020), lo que supone una superficie de cuatro millones de metros cuadrados y una inversión de 61,4 millones de euros.