La banca digital ha llegado para quedarse. Así lo evidencia un reciente estudio de Mastercard, que asegura que ocho de cada diez españoles operan en línea, al menos, una vez al mes. Los usuarios se rinden a las bondades del entorno digital. La posibilidad de realizar operaciones desde cualquier lugar del mundo y los 365 días del año ha abierto un horizonte hasta ahora inexplorado.
No solo los bancos digitalmente nativos son los responsables de esta revolución financiera. Las entidades tradicionales han optado por sumarse a la innovación por medio de aplicaciones que permiten a sus clientes formalizar los trámites que tradicionalmente se realizaban en las diferentes sucursales repartidas por las ciudades.
La seguridad, un factor imprescindible
La seguridad, un factor imprescindible
La digitalización de la banca ha ido avanzando al mismo ritmo que se han perfeccionado los sistemas de seguridad. Los bancos han tenido que contratar los servicios de empresas como Matica Technologies, una multinacional italiana que acumula más de 20 años de experiencia en el sector, convirtiéndose en un referente en los pagos digitales.
Su CEO y fundador, Sandro Camilleri, afirma que “las transiciones en línea son uno de los fenómenos más característicos de la modernidad” y augura que el proceso “puede aumentar hasta que el pago en efectivo y las sucursales bancarias sean reemplazadas por completo”.
Camilleri compara la revolución digital con la del transporte y habla de una fórmula “inevitable”. Matica ha centrado sus esfuerzos en la seguridad de las transacciones, adelantándose a sus competidores con softwares actualizados, chips con recuerdos increíbles, láseres de alta precisión u hologramas que elevan al máximo las dificultades de que un pirata informático pueda clonar las tarjetas de crédito que fabrican.
Mejor cuanto mayores sean las precauciones
Mejor cuanto mayores sean las precauciones
“Piense en un hacker que pudiera pilotar nuestro automóvil de forma remota o robar los códigos de acceso a nuestra cuenta actual en línea; o piense en el mismo hacker ingresando al panel de control de nuestros sofisticados dispositivos antirrobo, para desactivarlos y entrar cómodamente en nuestra casa mientras no estamos allí”, incide el empresario transalpino. Sandro Camilleri tampoco se olvida de la cuestión del almacenamiento de información y datos personales, uno de los grandes temas de nuestro tiempo, así como, dice, “un sector de mercado potencialmente gigantesco”.
La digitalización bancaria es un asunto de presente y futuro. Y parece que, para que todos podamos disfrutar de las ventajas de este mundo interconectado, las entidades se están afanando en garantizar la seguridad en línea.