El centro de la capital de España está yermo de zonas verdes. Malasaña es el mejor ejemplo de ello: a nivel del suelo, los únicos jardines existentes hoy en día son los que crecen aleatoriamente en los alcorques de algunos árboles o las plantas que consiguen brotar entre los ladrillos de las paredes. Todo lo demás es asfalto y adoquín. Este era el panorama que se encontró el colectivo Rojomenta cuando en 2013 sus miembros intentaron idear algo que ayudara a que el verde cobrara protagonismo en el corazón de Madrid. Y se les ocurrió mirar hacia arriba: a los 36.000 balcones -los contaron- con los que cuenta Malasaña. “Una planta por balcón serían 36.000 plantas”, pensaron. Así nació Rebrota Malasaña.
El proyecto verde, que echó a andar en 2014 y ahora afronta su segunda primavera, tiene varias ramificaciones: la más visible es la del certamen de balcones, terrazas y comercios, pero también tiene una vertiente de concienciación y de formación de auténticos jardineros y agricultores urbanos mediante talleres prácticos. El concurso, cuya inscripción está abierta desde esta semana, busca este año la máxima participación vecinal. “Para apuntarse solo hace falta tener una maceta con algo creciendo en su balcón o terraza”, explica a Somos Malasaña Nuria Sáenz, una de las responsables de la iniciativa.
Todo nació en un concurso
Rebrota Malasaña dio sus primeros pasos gracias al concurso de emprendimiento social ideado por Espíritu 23 (calle Espíritu Santo 23), certamen que buscaba premiar iniciativas que identificaran demandas sociales y trabajaran en ellas con ánimo transformador del entorno. Con el dinero de aquel premio y con el apoyo logístico y de asesoramiento que incluía pudo sembrar sus semillas esta propuesta que ahora parece haber enraizado con fuerza.
“Teníamos que organizar una segunda edición, se lo debíamos al barrio. Plantamos una semilla y había que seguir regándola”, explica Nuria con un símil adecuado a su formación de ingeniera agrónoma. Dedicada en su jornada diaria a una actividad empresarial verde que incluye formaciones a jardineros en ayuntamientos o elaboración de decoraciones florales, Rebrota Malasaña representa para ella y su compañera Laura Pinto la aportación más social de su negocio. “Nos gusta hacerlo en Malasaña porque es una zona con muchos colectivos ciudadanos”, apunta Nuria, que sueña con poder llevar la iniciativa a otros lugares como Chueca o Lavapiés. De momento, otros barrios como el de Las Letras ya calcó el año pasado su concurso de balcones.
De momento parece que la semilla plantada brotó con fuerza y en 2015 sigue creciendo. Nuria no se atreve a afirmar que haya provocado efectos visibles en los balcones, aunque lo cierto es que las huertas ecológicas en los balcones comienzan a ser tendencia, tanto que incluso la televisión graba reportajes en la zona sobre ellos. “Haber planteado esto hace siete años hubiera sido considerado una frikada”, reconoce Nuria, quien anima a los no iniciados a comenzar su jardín en cualquier balcón o ventana, por pequeño que sea su hueco disponible. “Antes parecía que si no tenías un ático no podías contar con plantas, pero este es un hobbie muy sencillo”, recalca.
Cómo participar
Las normas para ser parte de esta iniciativa son sencillas: pueden concursar todos los vecinos de la zona Malasaña -Conde Duque incluido- que dispongan de plantas vivas en su balcón, ventana o terraza. No es necesario que sus plantas formen una selva: todos los intentos de jardinería, aunque sea modesta, son bienvenidos en Rebrota Malasaña. La inscripción, que es gratuita, se realiza online, escribiendo a rebrota@rojomenta.com o llamando a los teléfonos 635043828 y 647030051. El plazo acaba el 31 de mayo (aquí, más información).
Los participantes lucirán en el balcón el banderín de Rebrota Malasaña y podrán aspirar a entrar dentro de la selección final de balcones y terrazas que será visitada por un jurado en junio. De ahí saldrá el ganador de cada una de las categorías del concurso -mejor balcón, ventana o terraza y mejor decoración de comercio- y sucederá a Arjún, un vecino de la calle Conde Duque, como el balcón más verde de la zona. En el apartado de comercios, en 2014 se llevó el galardón El Patio Coworking.
Además, Rebrota Malasaña también imparte talleres de jardinería y huerta ecológica en balcones y organiza actividades paralelas como un trueque de esquejes en las próximas fiestas del 2 de mayo o una jornada para dibujar balcones con Urban Sketchers (9 de mayo).