Un barrio lleno de autónomos y con pocos edificios de oficinas ha propiciado que Malasaña se haya convertido en la meca del coworking en Madrid. Desde 2011, año de su implantación en la zona, multitud de espacios grandes y medianos han abierto sus puertas en los últimos años para acoger autónomos y pequeñas empresas que necesitan un espacio físico en el que desarrollar su actividad, pero que prefieren compartir espacio y gastos con otras personas y, de paso, beneficiarse de las sinergias que surgen en estos lugares.
Esta es la lista de los coworking de Malasaña de los que tenemos noticias, con sus ubicaciones y precios. Si echas de menos alguno cítalo en los comentarios o escríbenos a contacto@somosmalasana.eldiario.es:
La Industrial: en una antigua fábrica de hielos
A un paso del Dos de Mayo se encuentra uno de los mayores espacios de coworking del centro, con 400 metros cuadrados en los que caben más de medio centenar de puestos, además de varias salas de reunión/formación y un área creativa para emprendedores y pequeñas empresas con una actividad relacionada con lo artístico o el diseño.
El acceso a La Industrial, ubicada en un lugar que albergó en su día una de las fábricas de hielo de Madrid, se efectúa con control dactilar y dispone de una cómoda cafetería con mesas corridas en la que hacer un alto a la jornada.
En cuanto a sus tarifas, el centro ofrece muchos modelos flexibles para adaptarse a cualquier demanda y añade la posibilidad de acudir un día a trabajar de forma gratuita para probar el lugar. Y puedes conocer a tus vecinos coworkers antes de visitarlos. Dispone además de un espacio para eventos en la cercana calle San Vicente Ferrer.
Espíritu 23: coworking y eventos
A un paso de la anterior, en la calle Espíritu Santo, se encuentra un local de 180 metros cuadrados con hasta 32 puestos de trabajo y dos salas de otros 40 metros cuadrados llamado Espíritu 23.
Ellos mismos se definen como “una reunión de ciudadanos que quieren generar algo más que beneficios económicos con sus actividades, una confluencia de gente que quiere hacer pequeños cambios positivos a través de pequeñas o grandes acciones relacionadas con su trabajo, un punto de encuentro de personas que comparten el mismo espíritu”. En este enlace puedes ver a alguno de los habitantes de este espacio.
Su llamativo porche de entrada, con sofás y dibujos de Ricardo Cavolo, sirve como entrada al complejo, dividido en dos plantas -una de ellas sótano- que acoge talleres diarios y eventos durante los fines de semana.
El Patio: acogedor y abierto 24 horas
Muchos coworkings tienen un horario de apertura que para algunos autónomos, con jornadas imposibles, puede suponer un problema. No sucede así en El Patio, un centro de trabajo al que se puede acceder a cualquier hora del día o de la noche, los 365 días del año.
El lugar se define como “un espacio común de trabajo, un lugar alegre y cómodo con todo lo que necesitas para desarrollar tu actividad sin aislarte en tu casa”. Una “idea-espacio” que toma su nombre del verde patio interior que posee el local, que refuerza la idea de “ambiente agradable” que El Patio quiere transmitir a sus coworkers.
Además de los puestos fijos, el lugar ofrece tarifas flexibles desde 30 euros semanales y organiza talleres y eventos variados.
Village Madrid: solo para comunicadores
Otro coworking especializado en un ámbito profesional muy en boga en Malasaña: el de la comunicación, publicidad y el social media. Ubicado en un palacio del siglo XIX de la calle San Lorenzo, Village Madrid solo admite profesionales de este ámbito: allí pueden acudir diseñadores, agencias de publicidad y medios on y off, productoras, social media marketing, consulting services, relaciones publicas. La idea, que no solo trabajen coworkers, sino “posibles colaboradores”, indican.
Village Madrid es un gran coworking, con más de medio centenar de puestos y varios despachos individuales o para pequeñas empresas. Además, dispone de tres salas en alquiler para albergar todo tipo de reuniones y eventos.
Una opción adicional que ofrece este lugar es el de alquilar una oficina fantasma, es decir, una dirección postal y fiscal para tu empresa, que permite el acceso a alguno de los servicios del coworking a bajo precio, pero sin ocupar un puesto.
La Manual: para artesanos y artistas
La especialización de algunos sectores ha motivado que aparezcan también coworkings a su medida. Es el caso de La Manual, un centro de trabajo pensado para acoger diseñadores, artistas y artesanos en sus espacios de trabajo. Joyería, pintura o costura conviven en su “casa creativa”, como les gusta a sus fundadoras llamar al lugar.
Además de las ventajas habituales de un coworking, La Manual ofrece espacio de almacenamiento extra para materiales, un agradable patio en el que relajarse y un espacio para todo tipo de eventos. Y, por supuesto, organiza talleres creativos de costura y joyería desde 50 € al mes.
Espacio Mood: eventos y plató para fotógrafos
En Malasaña hay diferentes modelos de coworking. La mayoría de ellos se alquilan -por salas o completos- para la realización de eventos, pero en Espacio Mood esta posibilidad tiene lugar a diario y es parte del proyecto global. Lo habrán comprobado los que pasen habitualmente por el número 8 de la Corredera, que unos días alberga un mercadillo y otros un curso para tiradores de cerveza.
Sala de eventos aparte, su zona trasera ofrece 105 metros cuadrados para todo tipo de coworkers, pero especialmente útiles para los que se dedican a la fotografía o al vídeo, ya que dispone de un plató de 40 metros cuadrados pensado para el sector audiovisual (dispone de flashes, fondos, ciclorama, camerino...). Además, cuenta con sala de reuniones y una curiosa sala de pensar.
Cool Inquieto: a un paso de Gran Vía
En Loreto y Chicote, a la vista casi de la cola del Primark, se encuentra uno de los últimos coworkings en aterrizar en Malasaña. Cool Inquieto, que se define como “un entorno amable, versátil, dinámico y, sobre todo, cómodo, que se transforma para adaptarse a lo que propongas”.
El espacio, de líneas modernas y diáfanas, ofrece mesas individuales de 120x80 o mesas compartidas algo más grandes. Y te invitan al primer café en su zona de office. Además, dispone de una sala de reuniones y dos espacios para eventos, en los que organiza cursos periódicamente. También cuenta con un espacio expositivo.
La Fábrica de Cajas: recoleto y en Conde Duque
En un local a pie de calle, con vistas a Quiñones y Acuerdo y a un paso de la plaza de las Comendadoras, se encuentra el coworking más pequeño de Malasaña, un lugar pequeño y cuidado, ideal para autónomos que quieran convivir en un ambiente de pequeña oficina, donde se conoce todo el mundo.
La Fábrica de Cajas vende “encanto” y exclusividad, debido a que solo dispone de ocho puestos. También luz directa de la calle. “No somos baratos para poder ser muy poquitos”, dicen aunque su tarifa de puesto fijo es similar a la de otros coworkings de la lista más concurridos.
Pese a lo reducido de su espacio, posee sala de juntas que puede ser usada libremente y cocina.
Kleison Coworking: para emprendedores
Una consultora de idiomas de Apodaca ha montado un espacio de coworking para emprendedores. Este es el único requisito para entrar en el espacio de Kleison Coworking: ser emprendedor y contar con un proyecto en marcha. A cambio, se ofrece un entorno aséptico, diáfano y luminoso.
Lo más atractivo de este espacio de trabajo puede ser el precio: 190 euros y descuentos si perteneces a la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid (AJE).
Dcollab: rozando con Salesas
Uno de los primeros coworking que abrió en Malasaña, en la calle San Joaquín, se ha hecho mayor y, por ello, se ha trasladado a la calle Hortaleza. Incluimos a Dcollab en la lista por sus orígenes malasañeros y porque pilla a un paso, pero el aspecto de su interior (un diseño cuidado y elegante) ya indica su cercanía estética con Chueca y Salesas.
Sin duda las mejores bazas de este lugar son la experiencia y un entorno agradable de trabajo. Además, las pequeñas empresas pueden alquilar uno de sus dos despachos para 3 ó 5 empleados, a precios más económicos. Su antiguo coworking se utiliza ahora para eventos y también está disponible para alquiler.
¿Has montado un coworking en Malasaña y no aparece en esta lista? Avísanos en contacto@somosmalasana.eldiario.es